La Real busca en Getafe algo más que el empate que le permitiría asegurarse a falta de cuatro jornadas matemáticamente su presencia en competición europea la próxima temporada, lo que en el mes de agosto habría firmado cualquier seguidor de un club blanquiazul que solo ha conseguido ese billete en dos de los últimos 23 años.

Pero la Europa League ha dejado de ser hace unas semanas el objetivo de una Real que solo piensa en mantener la cuarta plaza que permite disputar la previa de la Liga de Campeones. En ese objetivo un empate es incluso escaso para impedir que el Valencia quede a tres puntos.

Para conseguir la victoria la Real deberá responder positivamente a la ausencia de sus dos centrocampistas más importantes, Illarramendi y Xabi Prieto. Lo más previsible es que Montanier se decante por alinear a Zurutuza en el doble pivote y a Griezmann en la media punta, aunque también tiene la opción de Rubén Pardo para jugar en las dos posiciones.

El equipo blanquiazul viajó ayer a Getafe con los diecinueve jugadores disponibles y con la intención de confirmar la racha positiva y su capacidad para responder a las bajas importantes. Desde que empezó en Málaga la serie de 23 partidos con una sola derrota, la Real ha sabido mantener una regularidad en el juego faltara quien faltara y ese es el objetivo esta noche. Además los tres jugadores que no jugaron de inicio ante el Valencia y optan a sustituir a los lesionados tienen tanta calidad que no hay razones para preocuparse.

Tampoco debe ser una excusa jugar el encuentro en un campo casi neutral porque pocos serán los aficionados del Getafe que se acerquen un lunes a las diez de la noche a presenciar un partido televisado en abierto.

La última opción del Getafe

El problema para la Real es que el Getafe se plantea el encuentro de esta noche como su última opción para clasificarse para Europa. Así, Miguel Ángel Moyá, que volverá a defender la portería de su equipo tras estar ausente por lesión en los cinco partidos que lleva su equipo sin ganar, consideraba el de esta noche como una final.

Explicaba que «nos planteamos el partido como una final. Una final siempre es a partido único, pero se puede comparar en partidos relevantes de la temporada. Si queremos aspirar a quedar entre los siete primeros como mínimo, todo pasa por ganar este partido. Le tenemos muchísimo respeto a la Real y eso tal vez haga crecer un poco más nuestra motivación. Aparte de sumar tres puntos, queremos agradar a la afición, y aspirar a Europa, es un reto ganar a un equipo que lleva quince jornadas sin perder».

Arbitrará el navarro Undiano Mallenco, que esta temporada ha dirigido cuatro partidos a la Real saldados con victorias. Ha dejado de ser un peligro para los blanquiazules.