Los corredores participantes en el Giro gozaron ayer de un merecido descanso antes de que llegue la segunda semana de competición, en la que destacan cuatro finales en alto en los próximos seis días de carrera.

Durante esta primera manga de la ronda transalpina, se ha visto un poco de todo: emoción, caídas y hasta a un corredor vasco, Beñat Intxausti, vistiendo la maglia rosa. Al vizcaino el maillot solo le duró un día, ya que lo perdió en la larga contrarreloj del pasado sábado en beneficio de Vincenzo Nibali, actual líder.

Muchos ya han apuntado a Bradley Wiggins como uno de los `perdedores' de esta primera semana. El británico se las ha tenido que ver con el asfalto -sufrió una caída a causa de la lluvia en la séptima etapa-, con varios contratiempos con su bicicleta durante la contrarreloj de 54,8 kilómetros y el domingo se vio descolgado en el último descenso, aunque su equipo pudo reintegrarlo al grupo.

Leyendas del ciclismo como el belga Eddy Merckx, cinco veces ganador del Giro, han declarado que «es incomprensible cómo desciende Wiggins. No había visto nunca una cosa así, a mí nunca me pasó. No entiendo por qué desciende tan mal. Ha corrido los últimos días como un novato en los descensos».

Wiggins, que llegaba al Giro con la intención de ganarlo, tampoco se ha callado. En declaraciones a la revista «Cycling Weekly», el líder del Sky señalaba que «seamos honestos, después de la caída bajé un poco como una niña. No es una falta de respeto hacia las niñas, yo tengo una en casa. Pero la vida es así y tenemos que seguir adelante y hacer frente a las decepciones».

A pesar de este hecho, Wiggins es cuarto en la general, a solo 1:16 del líder Nibali: «Nunca esperé que fuera a ser tan sencillo como el Tour del pasado año. Está siendo un reto duro, pero sabíamos que iba a ser así».

No se puede descartar a nadie

El canadiense Ryder Hesjedal es otro de los `perdedores' de esta primera manga del Giro. El vigente campeón de la ronda es undécimo en la general, a 3:11 de Vincenzo Nibali. A pesar de todo ello, el líder sigue considerando «peligrosos» a ambos corredores. «El Giro es largo y cualquiera puede tener un mal día», declaró el del Astana.

El «Tiburón de Mesina», que ayer rodó durante dos horas con sus compañeros de equipo, no siente presión al vestir la maglia rosa: «El maillot no me pesa». Sin embargo, admitió que no conoce el final de la etapa de hoy.

Hoy, Cordenons-Altopiano del Montasio (167 kms.). La ascensión hacia Altopiano del Montasio, a 1.519 metros de altitud, presenta en sus cinco últimos kms. las pendientes más duras de este Giro (hasta el 20%).

Mañana, Tarvisio-Vajont (182 kms.). Los hombres combativos son favorecidos en esta etapa con final en Vajont, de segunda categoría. El Giro conmemora el aniversario de la catástrofe de 1963, cuando un deslizamiento de tierra causó la muerte a 1.918 personas.

Sábado, Cervere-Bardonecchia (168 kms.). Después de la larga subida hacia Sestriere, la carrera llega a Bardonecchia y se asciende a Jafferau por un camino de una pendiente muy pronunciada (7,3 kms. del 9%).

Domingo, Cesana Torinese-Col du Galibier (149 kms.). Es la etapa reina de la semana, en la que se escala el Galibier por su ladera más agotadora hasta llegar a los 2.642 metros de altitud.