Al intento fallido de superar los 8.600 puntos del Ibex, le sucedió ayer una severa corrección que aleja, al menos por ahora, la posibilidad de abrir otro tramo de ascenso. Las aceleradas subidas que colocaron al Ibex a las puertas de los 8.600 puntos se han convertido, según los analistas técnicos, en un obstáculo notable para vencer esa resistencia. Además, ayer también faltaron alicientes para dar réplica al movimiento corrector. De una parte, la prima de riesgo volvía a superar los 290 puntos, mientras que la rentabilidad del bono alcanzaba el 4,29%. A este rebrote del riesgo, se añadía el mal día del sector bancario, penalizado por los rumores de una mayor necesidad de provisiones y la ampliación de capital de 2.500 millones de euros del Commerzbank con un notable descuento. Finalmente, el Ibex, el peor de los europeos, cayó un 1,01%, hasta los 8.457,80 puntos. El ritmo en el resto de Europa fue diferente y solo París (-0,22%) acompañaba al Ibex con los números rojos. Londres ganó un 0,76% y Fráncfort terminó plano. En el Ibex, se dejaron notar las caídas de Santander (-2,18%) y BBVA (-1,43%), aunque perdieron más terreno los títulos de Popular (-3,03%), Caixabank (-2,38%) y Bankinter (-2,23%). No obstante, los peores del día fueron Mapfre (-3,35%) y Acciona (-4,92%). Esta última compañía ganó 34 millones de euros en el primer trimestre, un 18% más que en 2012. En París, las mayores caídas fueron para ST Microelectronics (-1,85%), Crédit Agricole (-1,77%) y Carrefour (-1,61%). Los mejores fueron Renault y Veolia Environnement al sumar más de un 2% a sus cotizaciones.