Los Golden State Warriors empataron a dos la semifinal de la conferencia Oeste que les enfrenta a los San Antonio Spurs. Los californianos se impusieron 87-97 a los tejanos en Oakland, en un partido que se decidió con un contundente parcial de 3-13 en la prórroga.

El base Stephen Curry volvió a liderar a los Warriors con 22 puntos y 5 triples, aunque esta vez necesitó la ayuda del rookie Harrison Barnes -máximo anotador con 26 puntos, y sumando 10 rebotes- y Jarrett Jack -24 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias-. Andrew Bogut ayudó en la pintura con sus 18 rechaces.

«Era un partido muy especial para nosotros y también en una fecha, el día de la madre, que me sirvió de motivación después de que hablara con la mía (Sonya), y me dijera que confiase en mí mismo, en el espíritu de sacrificio y sobre todo me apoyase en mis compañeros. Eso fue lo que sucedió», destacó un Stephen Curry que sigue jugando pese a arrastrar algunos problemas físicos.

Muy malos porcentajes

Los Spurs, por contra, no tuvieron su mejor día. En el apartado colectivo lograron un 36% de acierto en los tiros de campo (33 de 93), un 26% en triples (7 de 27) y un 56% desde la línea de personal (14 de 25). Además, Golden State arrasó en el juego bajo los aros capturando 65 rebotes por 51 de los Spurs.

Pero a pesar de todo ello, lograron forzar la prórroga. Manu Ginóbili se fue a los 21 puntos y Tony Parker a los 17, pero entre ambos firmaron un triste 14 de 35 en tiros de campo. Tim Duncan estuvo bastante mejor, con 19 puntos y 15 rebotes.

«Tuvimos todas las opciones y oportunidades de ganar el partido, y es frustrante porque sentimos como si lo hubiéramos entregado. Ahora debemos ganar en nuestra cancha», declaró Duncan sobre el quinto partido que se jugará en la madrugada del martes al miércoles en San Antonio.