El presidente del Senado, Pío García-Escudero, y el diputado del PP Eugenio Nasarre reconocieron ayer ante el juez Pablo Ruz haber cobrado sobresueldos mensuales del PP durante cuatro años, que se les abonaron mediante transferencia bancaria y con la correspondiente retención fiscal.

En su declaración como testigo en la causa de los llamados «papeles de Bárcenas», García-Escudero, al que el juez interrogó en su despacho oficial del Senado, admitió que cobró unos 4.200 euros al mes del PP entre los años 1999 y 2003 como coordinador de organización del partido y en concepto de gastos de representación, todo ello aparte de su sueldo como senador. Desglosado, el pago como coordinador de organización del partido, que le ingresaba el grupo parlamentario del PP, era de unas 550.000 pesetas (más de 3.000 euros) al mes, mientras por los gastos de representación el PP le pagaba alrededor de 150.000 pesetas (1.200 euros), todo ello en catorce pagas.

Nasarre, que declaró horas antes también como testigo en la Audiencia Nacional, reconoció que recibió «pagos complementarios» de 1.800 euros al mes, entre 2000 y 2004, por sus «responsabilidades internas» en el PP, que compatibilizó con su cargo de parlamentario.

Todos los recibían

Mientras García-Escudero dijo que no le constaba que estos pagos se hicieran de forma generalizada, Nasarre reconoció que todos los altos cargos con responsabilidades en el partido los recibían y que la cantidad dependía de la categoría de cada uno. Estos pagos, según añadió, los estandarizaba la Secretaría General del partido, se abonaban mediante transferencia bancaria a cuenta y se retenía el correspondiente IRPF.

El diputado del PP explicó que estos pagos eran «habituales» en el partido y señaló que durante esos años compatibilizó su cargo de diputado con los de secretario de Estudios y Programas y de Asuntos Sociales en la formación política.

También reconoció, como ya hizo en su día, que el extesorero del PP Álvaro Lapuerta, en presencia de Luis Bárcenas, le hizo una entrega en 2003 de 30.000 euros en efectivo a su Fundación Humanismo y Democracia, en cuya contabilidad lo hizo constar como donativo anónimo, pese a que la procedencia era del PP, aunque no aportó ninguna documentación.

Por su parte, García-Escudero volvió explicar, como ya hizo en su día, que el préstamo de 24.000 euros (cuatro millones de pesetas) que aparece apuntado en los manuscritos atribuidos a Bárcenas lo pidió para reparar los daños causados a su vivienda en un atentado en el año 2000.