El proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo volvió ayer al Parlamento británico, donde una enmienda conservadora podría retrasar al adopción definitiva del texto y debilitar al primer ministro, David Cameron.

La primera versión del proyecto fue aprobada en febrero en la Cámara de los Comunes por 400 votos a favor frente a 175 en contra. Entre los votos negativos se encontraban 136 diputados conservadores. Ayer volvió para su tercera lectura, antes de ser votado hoy y posteriormente remitido a los lores, el último trámite parlamentario. Una de las enmiendas, presentadas por un diputado conservador, pretende extender a las parejas heterosexuales la unión civil que disfrutan las parejas gay desde 2005.

Según el gabinete del primer ministro, esta «enmienda destructiva» costaría 4.000 millones de libras (4.700 millones de euros) al afectar las pensiones y retrasaría dos años la aprobación de la ley sobre el matrimonio homosexual.

Sin embargo, además de los conservadores que quieren retrasar la ley, la enmienda puede recibir hoy el apoyo laborista, por una cuestión de igualdad. Si es adoptada, constituiría un nuevo revés para Cameron, ya presionado por el ala derecha de su partido por la cuestión europea. «Lejos de ser una medida destructiva, mi enmienda es apoyada por los principales partidarios del matrimonio homosexual en el Partido Laborista y entre los liberal-demócratas», se justificó Tim Loughton, autor de la enmienda.

Mayoría a favor de la enmienda

Un sondeo de ComRes entre 159 diputados de todos los partidos, también revela que el 73 % de ellos desea que las uniones civiles se extiendan a todas las parejas «por una cuestión de igualdad».

Sin embargo, el viceprimer ministro el liberal Nick Clegg, aunque apoya la extensión de las uniones civiles, no apoyará la enmienda «que pretende hacer descarrilar el proyecto de ley». «Voy a hacer lo que crea mejor para preservar el proyecto de ley y asegurarme de no ser rehén de los retrógados que buscan en realidad desacreditarlo o hacerlo descarrillar», afirmó.

El matrimonio gay es un promesa electoral de los liberales que participan en la coalición de gobierno pero suscita fuertes divisiones entre los conservadores. Según un sondeo de Selon un YouGov, el 54 % de los británicos es favorable al mismo.