Desde Bruselas donde asistía al Consejo Europeo, Rajoy afirmó que seguirá manteniendo sus políticas económicas aunque «a algunos les gusten más unas cosas y a otros otras». «Yo tengo que preocuparme de lo que tengo que preocuparme», fue la reacción a las críticas que la víspera, en una entrevista en televisión, dejó caer el expresidente y presidente de honor del PP, José María Aznar, y que han agitado la política española.

Aznar apareció dispuesto a volver a la política activa y defendió la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma fiscal y de bajar los impuestos. Añadió una clara crítica a la «languidez de la resignación» ante la situación económica.

Ante los micrófonos, los cargos del PP se mostraron prudentes. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, expresó su respeto a «las opiniones de todos y cada uno». El responsable de las materias más criticadas por Aznar, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dijo que «estaría encantado de bajar los impuestos ya», pero «no hay margen en una recesión económica y añadió que las «añoranzas y melancolías» las deja «para otro día».

Mucho más claro fue el presidente del Congreso, Jesús Posada, ministro en tiempos de Aznar y que advirtió de que «hay cosas que se van para no volver». El resto no vio críticas a Rajoy ni deseo de volver. Bajo el anonimato, numerosos cargos del PP criticaron que Aznar cuestionara en público la política de Rajoy y no tomaron en serio la insinuación de su regreso.

Falta de apoyo ante la Gürtel

Además, achacaron las críticas a un intento de hacer una «defensa personal» ante la falta de apoyo que el expresidente está encontrando en Rajoy por las informaciones sobre la red de corrupción Gürtel o los sobresueldos del extesorero del partido, Luis Bárcenas, noticias que le perjudican en sus actividades actuales como conferenciante fuera del Estado español y que ya están salpicando a su entorno familiar.

«Sale a defenderse porque nadie le defiende», resumió a Europa Press una persona cerca al expresidente, que admitió que Aznar «va por libre» y no le importa generar problemas a Rajoy o a su propia esposa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. También le recriminaron la propuesta de bajar en la situación actual.