fórmula uno Gran Premio de Mónaco
Nico Rosberg regresa a su infancia
El alemán logró en las calles donde se crió la segunda victoria de su trayectoria deportiva, y lo hizo 30 años después del triunfo que consiguió su padre, Keke Rosberg, en el Principado. La carrera fue accidentada, lo que provocó dos «safety cars» y una bandera roja.
Imanol CARRILLO
Nico Rosberg (Mercedes) emuló ayer en el GP de Mónaco al actor Michael J. Fox y su personaje de Marty McFly en la saga de películas «Regreso al futuro», en la que los protagonistas viajaban al pasado con un objetivo y regresaban al presente. El piloto de 27 años -cumplirá 28 en junio-, nacido en Wiesbaden (Alemania), logró la segunda victoria de su trayectoria deportiva en la F1, y lo hizo en la ciudad donde se crió, donde comenzó su andadura en el mundo automovilístico hace ahora 21 años y donde su padre, Keke, alcanzó el triunfo hace tres décadas.
Rosberg dio un auténtico recital de buen pilotaje en el circuito de Monte Carlo, en Mónaco, uno de los escenarios más glamurosos del Mundial. El germano-finés no dejó que ningún rival lo adelantase después de haber conseguido la pole el sábado, algo que finalmente se convirtió en crucial en un trazado urbano que parece haberse diseñado para los más osados, atrevidos o, como muchos definirían, perturbados o locos.
De hecho, esa imprudencia o exceso de riesgo provocó dos safety cars y una bandera roja. Las razones no fueron otras que varios accidentes entre los estrechos carriles de las calles monegascas. Ante lo que podía ser una situación adversa, los dos Red Bull de Sebastian Vettel y Mark Webber sacaron provecho, ya que en el primer `parón' aprovecharon la ocasión para entrar en boxes y adelantar a Lewis Hamilton (Mercedes).
Cuidando los neumáticos
Hasta entonces, el orden entre los primeros monoplazas era el mismo que el de la clasificación. Aunque se produjo algo curioso. Sabedores de la importancia de mantener los neumáticos en buenas condiciones el mayor tiempo posible, el ritmo de los bólidos de adelante era inferior a los `segundones' o `novatos'.
Todo ello hasta pocas vueltas antes de que llegasen las primeras paradas en boxes. Mark Webber (vuelta 26), Kimi Raikkonen y Jenson Button (v27), Fernando Alonso (v29) y Sebastian Vettel (v31) pusieron gomas duras, mientras que Felipe Massa (Ferrari) sufría un duro accidente que obligó al safety car a hacer acto de presencia por primera vez en la carrera. El brasileño de 32 años incluso fue trasladado al hospital, donde fue dado de alta por la tarde.
Una vez que el coche de seguridad abandonó la pista, fue Sergio Pérez (McLaren) quien realizó el adelantamiento más espectacular de toda la carrera. El mexicano pasó a Button en la chicane que hay después de la salida del túnel, donde en 2011 el propio piloto azteca sufrió un espectacular y grave accidente.
A partir de ahí, ese lugar se convertiría en su punto fuerte -y débil-, pues lo intentó varios giros después con Alonso, obligándolo a saltarse la chicane.
Dos vueltas más tarde, Pastor Maldonado (Williams) sufría un aparatoso accidente, lo que obligaba a sacar la bandera roja y parar la prueba varios minutos. En ese período de tiempo hubo muchas conversaciones por radio. En una de ellas, Ferrari comunicó a Alonso que tenía que dejar pasar a Pérez por la maniobra anterior en pista.
Al relanzarse la carrera, Vettel presionó a un Rosberg que no se puso nervioso y comenzó a abrir hueco poco a poco hacia la que sería su segunda victoria.
Por detrás, un gran Adrian Sutil (Force India) superaba a Button en la imposible curva de Loewe. Y poco después haría lo propio con Alonso. El asturiano vio más tarde cómo Button también lo pasaba.
Antes de que la carrera se posicionase para la recta final, Grosjean (Lotus) a punto estuvo de pasar literalmente por encima de otro monoplaza. El safety car entró de nuevo y al abandonar la pista, Alonso se vio beneficiado por el toque entre Raikkonen y Pérez. El mexicano volvió a intentar un nuevo adelantamiento en la misma chicane, pero su travesura le costó el abandono y el pinchazo de una de la ruedas de Iceman.
Ya no había vuelta atrás. Bueno sí, para Rosberg, quien volvió al presente para alzar el trofeo.
Dejando al margen los espectaculares accidentes que protagonizaron Massa, Maldonado y Grosjean, fue Sergio Pérez (McLaren) quien puso la emoción en el GP de Mónaco con sus adelantamientos en la chicane a la salida del túnel. En el primer intento pasó a su compañero Jenson Button, en el segundo obligó a Fernando Alonso (Ferrari) a saltarse la chicane y en el tercero hizo que Kimi Raikkonen (Lotus) sufriese un pinchazo en uno de los neumáticos. Además, el azteca tuvo que abandonar poco después al tocarse con el muro y romper su alerón delantero.
En el incidente con Alonso, el asturiano tuvo que dejarle pasar tras el segundo safety car, lo que indignó al piloto de Ferrari, quien aseguro que «en el Gran Premio de Bahrain le fue bien a Pérez, pero hoy ha tenido que abandonar. Espero que esto le sirva como lección y así aprenda». Y es que, según el asturiano, «cuando luchas por ser undécimo o duodécimo en todas las carreras, te lanzas a atacar. Yo también lo hacía en 2008. También lo ha hecho (Adrian) Sutil. Ellos no pierden nada, pero yo sí pierdo muchos puntos valiosos». GARA