Osasuna gasta la séptima vida para igualar su era más larga en primera
Siete vidas tiene Osasuna (¿o quizás más?). Encadenará la decimocuarta temporada seguida en Primera, y más de la mitad de las salvaciones han sido apuradas, cuando no milagrosas. La permanencia es su Champions particular. Con mucho mérito si se mira su presupuesto y se repara en que solo seis equipos han jugado ininterrumpidamente en Primera desde 2000.
Ramón SOLA
Los cañonazos de Puñal y Cejudo al Sevilla ya están en el interminable listado de goles milagrosos que acumula Osasuna en estos trece últimos años: Jusué al Zaragoza, Contreras a Las Palmas, Aloisi al Athletic, Pandiani al Barcelona, Juanfran al Real Madrid, Sergio al Málaga, Lekic al Sevilla, Cejudo al Villarreal, Arribas al Getafe... Agonías siempre con final feliz y que confirman a los rojillos como el equipo con más instinto de supervivencia de esta liga (aunque a veces también la suerte haya tenido que poner de su parte).
Con ello, Osasuna igualará su periodo más longevo en Primera desde que el club se fundó en 1920. La anterior mayor tacada era la que medió entre el ascenso de 1980 y el descenso de la temporada 1993-1994. Osasuna dejó atrás la Segunda en 2000 y se mantendrá en Primera al menos hasta 2014. Conviene reparar en este último dato porque solo hay seis equipos más que hayan completado este siglo actual siempre en la máxima categoría. Además de Osasuna están los tres que nunca han bajado (Real Madrid, Barcelona y Athletic), el Valencia, el Espanyol y el Mallorca (que muy probablemente vea truncada esta racha el próximo domingo). Todo el resto de los equipos han jugado en Segunda alguna de estas catorce últimas temporadas, incluido a Sevilla, Betis, Real Sociedad, Málaga, Atlético de Madrid...
Las siete salvaciones
La salvación lograda el domingo figura entre las más inverosímiles, porque aunque no ha sido preciso esperar a la última jornada, nunca Osasuna sumó tan pocos puntos (tiene 39 a falta de la visita al Bernabéu). Fueron 42, por ejemplo, los que necesitó en la primera salvación por los pelos, con aquella mano que echó Anoeta en la temporada 2000-01. Antes los rojillos ya habían volteado dos match-balls: ante el Oviedo, al que remontaron de 2-0 a 2-3 y que terminó descendiendo, y en el penúltimo partido ante el Zaragoza en El Sadar, con un golazo del central Jusué por la escuadra que anteayer emularon Patxi Puñal y Alvaro Cejudo.
La celebración de la 2001-2002 se recuerda por las carreras de Miguel Ángel Lotina en la banda de San Mamés. Un gol de Aloisi trajo la fiesta, en el descuento del penúltimo partido (1-1). Antes fue clave una victoria in extremis en Iruñea ante Las Palmas (3-2), que era el rival más directo y acabó bajando. El de Meñaka se iba con la misión cumplida.
Javier Aguirre también lo pasó mal en su primera temporada. Tras un mal arranque, Osasuna revivió ganando al Valencia -entonces intratable campeón de liga- por 1-0 en El Sadar con gol de Iván Rosado. Aquello salvó la cabeza del mexicano y el equipo repuntó poco a poco hasta librarse por tercera vez. Era la temporada 2002-2003.
Tras el impasse de final de Copa (2005), clasificación para Champions (2006) y semifinal de UEFA (2007), volverían las penurias. «Cuco» Ziganda acabó bañado en lágrimas en Santander. En la 2007-2008 Osasuna se salvó pese a perder allí el último partido (1-0) gracias a la derrota del Zaragoza en Mallorca. El partido de Son Moix acabó unos minutos más tarde, angustiosos porque un gol maño condenaba a los rojillos.
Entre la épica y la suerte discurrió el milagro de la 2008-2009. Con Ziganda cesado en la sexta jornada, José Antonio Camacho completó una pésima primera vuelta de solo trece puntos. Llegó la habitual llamada de socorro a la afición, el equipo se colgó de los goles de Pandiani, y la fortuna hizo que Osasuna cerrara la liga con Barcelona y Real Madrid, que estaban ya sin objetivos. Ganó en el Camp Nou (0-1) y también en El Sadar al Madrid (2-1, Plasil y Pandiani). Los rojillos llegaron a los 43 puntos, con lo que sumaron 30 en la segunda vuelta. Cayó el Betis.
La sexta tampoco fue la vencida. A Camacho se le acabó el crédito mediada la campaña 2010-2011. Osasuna estaba de nuevo en el filo de la navaja y José Luis Mendilibar llegó al rescate. Logró encadenar varias victorias fuera, lo que parecía inviable con el murciano. El partido clave, el del todo o nada, tuvo como invitado al Sevilla, como este domingo pasado. Y siguió el mismo guión. Los rojillos perdían 0-2 y El Sadar se había estremecido con el tobillo de Nelson roto. Con todo perdido, la fe de Kike Sola, con dos tantos, y uno prostero de Lekic en semifallo sacaron a Osasuna del fango. Quedaba solo aguantar al Villarreal. Osasuna, claro está, ganó (1-0).
La séptima vida se gastó este domingo. Pero quién sabe, visto lo visto igual aún le quedan más.