Noventa minutos dan para mucho, y nadie se atreve a vender la piel del oso, pero Alavés, Eibar y Bilbao Athletic preparan la vuelta de la primera eliminatoria del play-off con las esperanzas por todo lo alto, gracias a su buen debut. No solo por los buenos resultados que cosecharon en sus respectivos desplazamientos -sobre todo el filial rojiblanco, el único que consiguió la victoria-, sino también por la trayectoria, casi inmaculada, que han marcado como locales a lo largo de toda la temporada.

Son muy similares los números de las tres escuadras en sus estadios. Curiosamente peores, aunque por muy poco, para el líder. Un Alavés que en sus 19 encuentros en Mendizorrotza ha celebrado 14 victorias, frente a los tres empates y las dos únicas derrotas ante Sanse y Promesas. 19 jornadas en las que ha anotado 30 goles, apenas ha encajado 5 y ha dejado su portería a cero en nada menos que 14 ocasiones. Un dato, este último, especialmente relevante, teniendo en cuenta que tras las tablas de la Nueva Victoria (1-1), el empate a cero inicial ya le da el ascenso automático a Segunda B, así como, evidentemente, cualquier victoria, aunque sea por la mínima. De ahí que Natxo González, pese a reconocer no haber acabado nada satisfecho con el primer tiempo de su equipo, destacaba la importancia de haber «conseguido el objetivo con el que habíamos viajado, hacer un gol» que puede suponer el ascenso. El técnico albiazul, con todo, no quiere excesos de confianza que acostumbran a pasar factura, ante un Jaén que «ha demostrado en la primera parte lo que ya sabíamos, que es un buen equipo. En Mendizorrotza nos toca a nostros demostrar que, aunque sea un gran equipo, el Alavés lo es aún más».

Goleadores

Aunque su resultado sea objetivamente mejor, el sabor con el que regresó -al igual que los albiazules, con una buena kilometrada nocturna en autobús- el Eibar de Alcoy fue más agridulce. Como al Alavés, también a los armeros les vale el empate inicial, e incluso el 1-1, para superar la primera ronda tras el 2-2 de El Collao. Pero tras haber llegado al descanso con dos goles de ventaja, el premio final sabe a poco.

«Acabar empatando así te deja mala sensación», admite Gaizka Garitano, pero recuerda que «es un resultado que hubiésemos firmado cualquiera antes de empezar. No hay que confiarse, sigue la tensión y la emoción, pero traemos un buen resultado. Hasta ahora -recordó, en referencia a las últimas experiencias del Eibar en el play-off, incluidas sus dos visitas al estadio alicantino- nos había penalizado que no traíamos goles y ahora los tenemos, aunque hay que ir a por el partido».

También, en su caso, con el aval de su trayectoria en Ipurua, donde solo ha cedido dos empates y dos derrotas, frente a las 15 victorias conquistadas. 19 partidos en los que ha anotado 42 goles -2'2 por encuentro- y en los que, aunque ha encajado algún gol en más de la mitad de sus comparecencias, solo se ha quedado sin marcar en una ocasión, un dato especialmente relevante con el resultado que se trajeron los armeros de Alcoy.

Muy parecidas son las citas del Bilbao Athletic. Claro que una de sus dos únicas derrotas como local la encajó en San Mamés, que también acogerá el choque frente al Levante B, en lo que será el último encuentro de competición oficial en la Catedral. A cambio, el filial rojiblanco se trae un resultado prácticamente inmejorable, victoria por 1-2, que le deja con pie y medio, o los dos, en la segunda ronda.

Más aún teniendo, también en este caso, sus números como anfitrión. 15 victorias, dos empates y dos derrotas, con nada menos que 44 goles marcados -más de dos por partido- y un solo encuentro, la visita del Barakaldo, en el que los cachorros no han sido capaces de perforar la portería rival.

Resultados y datos, no hay duda, avalan la ilusión.