La lluvia y los refuerzos policiales redujeron los incidentes en los barrios periféricos de Estocolmo en la noche del domingo al lunes, tras una semanas de incendios de vehículos y enfrentamientos con la Policía.

El domingo fueron incendiados dos coches en el barrio de Tensta, en el norte de la capital sueca, según la Policía. Medios suecos también indicaron que otros dos fueron quemados en Flemingsberg y Kista, y tres más en la localidad de Örebro. «No era como las noches anteriores, en las que incendiaban coches para atraer a los policías y los servicios de seguridad para lanzarles piedras», señaló un portavoz policial.

La violencia brotó el 19 de mayo tras la muerte de un anciano por disparos de la Policía. En la noche entre el miércoles y el jueves fueron incendiados más de un centenar de coches. Los incidentes han provocado en Suecia un debate sobre la integración de la población inmigrante y la situación de los barrios pobres de las grandes ciudades.