Internacional
Llegan los pelotazos
Neymar al Barça, Falcao al Mónaco, Arshavin al nuevo «Chelsea» de Azerbayán.
Joseba VIVANCO
El exdeportivista y exculé Rivaldo perdió a su padre por un accidente de tráfico justo antes de firmar su primer contrato profesional; el padre del `Príncipe' Adriano, que tenía una bala incrustada en la cabeza a causa de un tiroteo, murió cuando él empezaba a triunfar en el Inter. El padre de la emergente estrella carioca Neymar es, además de su progenitor, su agente y figura clave para que su hijo haya recalado en el Barcelona, después de conocer que Pep Guardiola le quería pero el Bayern bloqueó su fichaje temiendo problemas de adaptación en Alemania; como alternativa le trajeron a Mario Götze.
Dicen que ese entorno más cercano le ha preparado mentalmente a Neymar para dar este salto a Europa, nada fácil para un futbolista encumbrado, al que Brasil se le había quedado ya pequeño, y que convierte en oro todo lo que toca: acaba de rubricar un acuerdo con la empresa de caramelos y chicles Mentos tras su paso al Barça, la firma número 12 que anuncia, a saber: Nike -la que más se está frotando las manos, máxime cuando Messi calza Adidas-, Panasonic, Claro, Tenys Pé, Lupo, Guaraná Antartica, Unilever, Volkswagen, Santander, Heliar y Red Bull. Messi representa a once marcas y Ronaldo a trece.
Y en medio de toda esta operación millonaria y publicitaria, de ese salto del charco del joven brasileño, se encumbra la figura del agente que catapulta a las grandes figuras cariocas más allá de sus fronteras. Wagner Ribeiro, apodado `Wagner Dinheiro', es el mismo que cerró traspasos como el de Kaká al Milan o la campaña pasada el de Lucas Moura al PSG por 42 millones de euros; ahora, ha hecho lo propio con Neymar.
No han perdido el tiempo ni agentes ni futbolistas ni clubes. Ha sido terminar los campeonatos europeos y abrirse el abanico de fichajes, y en mitad del negocio, otro intermediario, el portugués Jorge Mendes, el que lleva a Mourinho y todo lo que suene a portugués. Y el más rápido ha sido el Mónaco, que vuelve a la Ligue 1 por la puerta grande, con el inminente ingreso en sus filas del Tigre Falcao. El Porto compró en su día al colombiano por 5,5 millones de euros y lo vendió al Atlético por 40; ahora el equipo monegasco lo ha adquirido, se dice, por 45 o 60 `kilos', además de abonar 14 millones al jugador por cada una de sus cinco campañas. Se puede dudar de que sea el destino idóneo para el goleador sudamericano, pero no hay duda de que en el campeonato francés puede rivalizar con el mismísimo Ibrahimovic -si es que sigue en el PSG tras la posible marcha de Carlo Ancelotti al Madrid, con permiso de Jupp Heynckes, y sabido que su esposa Helena Seger no se adapta a la capital francesa-, y es que Falcao ha tenido en la Liga española un acierto cara al gol del 28%, cuando la media en el torneo francés es solo del 13%.
El Mónaco, a billetera abierta
El Mónaco del magnate ruso Ryboloblev quiere plantar cara al PSG y no solo ha dado un manotazo sobre la mesa con el Tigre, sino que ha sumado en apenas unos días a sus nóminas a otro goleador colombiano, James Rodríguez, y a su compañero del Porto, Joao Moutinho, ambos por un montante de 70 de millones, 5 millones más de los que pagó en su día el jeque del PSG por Thiago Silva e Ibrahimovic. A James Rodríguez, como a Falcao, el Porto lo compró por 5,1 millones y ahora lo vende por 45, el decimotercer fichaje más caro de la historia del fútbol, tras el del italiano Vieri. El club portugués sigue siendo el mejor escaparate del planeta. Por cierto, otro exdragón y hasta hace poco merengue, Ricardo Carvalho, también se ha unido a la nómina del Mónaco. Y no será el último.
La partida de ajedrez no ha hecho sino comenzar. «Me he hecho un regalo de cumpleaños y he fichado a Rafa Benítez» por dos temporadas a razón de 3,5 millones cada una, anunció en su Twitter Aurelio De Laurentis, presidente de un Napoli -su técnico Mazarri dirigirá al Inter- que seguramente perderá al goleador charrúa Edinson Cavani -se dice que el Chelsa ofrece a Fernando Torres y 30 millones-, lo que obligará a mover piezas en el mercado, y quizá su primer fichaje sea el central luso David Luiz, al que Mourinho no quiere en su Chelsea. La Juventus está emperrada en hacerse con los servicios del ariete montenegrino Jovetic, de la Fiorentina, tras contar ya con Fernando Llorente y tratar de cerrar al madridista Higüaín. Por cierto, el bueno de Gennaro Gattuso, destituido como técnico del Sion suizo, suena para el `comunista' Palermo, que pelea en los play-off por el ascenso a la Serie A.
Aun no se sabe qué pasará con Rooney, ni siquiera con el polaco Robert Lewandowski -el Dortmund le paga 1,3 millones de euros al año y ahora le ofrece 7 para seguir- que apunta al Bayern de Pep -de quien se da por segura la salida de Mario Gómez quizá rumbo a la Fiore o Napoli-, o incluso dónde acabará el uruguayo Luisito Suárez, tras decir que «no estoy preparado para seguir aguantando a los periodistas ingleses», en un Liverpool que acaba de fichar al central costamarfileño Kolo Touré. Y otro tanto sucede en los banquillos, donde Roberto Martínez deja el descendido Wigan para ocuparse, casi seguro, del Everton, mientras el galés Mark Hughes se hará cargo del rocoso Stoke tras el adiós de un ilustre, su paisano Tony Pulis. Al bueno de Roberto Mancini, mil seguidores del City le dieron las gracias pagando de su bolsillo una página en ``La Gazzetta dello Sport''.
Y entre idas y venidas, el que ha dado el pelotazo ha sido el ruso Andrey Arshavin. El otrora `zar', se dice que ha fichado por el club FK Khazar Lankaran -conocido popularmente como el Chelsea azerí-, a razón de cuatro millones de euros por solo dos meses. Se trata del equipo que entrena otro galés, John Benjamín Toshack. El jugador de Leningrado, propiedad del Arsenal, fue cedido a préstamo el año pasado al Zenit de San Petersburgo a falta de cuarenta segundos para cerrarse el mercado de fichajes; a su vuelta, esta temporada, solo disputó siete partidos con los Gunners.
No es raro que entre las aficiones de Andrey estén jugar al Football Manager y ver partidos de la Premier por la tele, porque jugar, juega poco. Conocido por sus declaraciones de tono machista -a las mujeres las prohibiría conducir, fumar y hasta mentir- que conjuga con una línea de lencería femenina, es embajador de la FIFA para los niños huérfanos, fue diputado incluso en su día por San Petersburgo, y ahora se enfrenta al ocaso de su carrera, pero con los bolsillos llenos, lo que no está mal para alguien que a los cinco años fue abandonado por su padre y tuvo que convivir junto a su madre y hermanos con otras familias.
Fútbol y dinero de la mano. Si hasta la liga tailandesa acaba de cerrar con la venta de un delantero ghanés al Anderlecht belga su récord por un traspaso, eso sí, una minucia para estos tiempos, un millón de euros.