Juan del Barrio Miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente
Diferencias entre reciclar y reutilizar
Entre los procesos industriales del reciclado de los materiales y la reutilización sin destrucción previa hay diferencias que afectan a la economía, al medio ambiente y sobre todo a la sostenibilidad
Recientemente se ha publicado que Navarra es líder estatal en 2012 en recogida selectiva de envases con casi 20.000 toneladas. Esto puede significar dos cosas distintas: que en nuestra comunidad recogemos selectivamente muchos envases, o que producimos muchos residuos de envases... que no es lo mismo.
Existe una creencia en algunos sectores de que recoger selectivamente los residuos equivale a reciclarlos. Esto puede que sea así o no. Se puede recoger selectivamente la materia orgánica biodegradable y a la vez enterrarla en vertedero. O por el contrario, con esa materia orgánica fabricar compost.
Con la recogida selectiva de envases también existen diferencias. No es lo mismo introducir los envases recogidos nuevamente al ciclo de producción para transformarlos industrialmente en nuevos materiales, que reutilizarlos directa- mente dándoles una nueva oportunidad de uso.
El ejemplo claro lo tenemos con la recogida selectiva del vidrio. Actualmente las botellas recogidas son picadas y con ese material se fabrican otras nuevas. Esto no es lo mismo que lavarlas para su reutilización sucesiva sin necesidad de des- truirlas antes.
Entre los procesos industriales del reciclado de los materiales, sean vidrio, plásticos, etc. y la reutilización sin destrucción previa existen importantes diferencias que afectan a la economía, al medio ambiente y sobre todo a la sostenibilidad.
El reciclado industrial requiere infraestructuras y procesos complejos y costosos. Tiene importantes costos económicos y ambientales, tales como el de la recogida, transporte de los residuos a las plantas fundidoras, la fabricación de los nuevos productos y su distribución y venta. Por el contrario con la reutilización de los residuos se evita el tener que pasar por todos esos procesos.
Con las botellas y la mayoría de los envases usados se puede utilizar el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR), que funciona en regiones de todo el mundo con gran éxito. Depósito significa que hay un valor económico asociado a cada envase; un incentivo para que ese envase se devuelva. Devolución significa que esa cantidad que el consumidor ha adelantado en la compra se le reembolsa al devolver el envase. Retorno significa que el envase cuando ha dejado de tener utilidad de uso vuelve a la cadena de producción para convertirse en nuevos productos.
Actualmente solo se está reciclando un 30% de los residuos de envases que generamos y la calidad de lo recuperado es baja. Con la implantación de sistemas de retorno de envases se fomenta la reutilización y permite recuperar hasta el 99% de los envases y con alta calidad.
El Parlamento Europeo y la Directiva del Consejo 94/62/EC sobre Envasado y Envases como residuos, establece objetivos para la recuperación y el reciclado de los envases, incluida la reutilización. Pero desgraciadamente nos encontramos con los intereses de empresas que han presionado al Gobierno para que no saliera adelante una legislación que diera sustento al sistema SDDR.
Aunque a nivel social, económico y ambiental las ventajas de la reutilización sobre el simplemente reciclado son evidentes, por ahora tendremos que esperar a que se incluya en la legislación estatal la obligatoriedad de este sistema de retorno de envases.