Aunque «Liebelei», «Fräulein Else» o «Traumnovelle» han conocido a lo largo de la historia más adaptaciones cinematográficas que «Reigen», ésta es la obra más moderna y adelantada a su tiempo de cuantas escribió el prolífico Arthur Schnitzler. Resulta increíble que un siglo y quince años después se siga prestando a actualizaciones, como la que acaban de hacer el guionista inglés Peter Morgan y el realizador brasileño Fernando Mireilles.

«360» es la prueba de la universalidad de «La ronda», llevada a la pantalla en 1950 por el maestro Max Ophüls. El metonímico título escogido expresa su estructura narrativa circular, que el autor austriaco asoció al retrato conjunto de varias parejas. Morgan y Meirelles trasladan dicha coralidad al mundo globalizado, rodando siete historias en distintas ciudades del planeta: Viena, Bratislava, Phoenix, Denver, París, Londres o Río de Janeiro.

Vidas cruzadas

Si en lo literario nadie discute la paternidad de Schnitzler en las historias circulares, en lo cinematográfico ese padre es sin duda Robert Altman, y por ello esta modalidad narrativa se suele definir con el título de su realización «Vidas cruzadas». Desde los 90 no se han dejado de hacer este tipo de películas, y «360» reproduce el conocido esquema conectando entre si siete historias, ya sea en paralelo o de forma transversal.

El encadenamiento de situaciones que van traspasando fronteras viene a decir que hoy en día lo que ocurre en otro extremo del globo puede terminar afectándonos, y por eso de la Viena de Schnitzler la acción pasa a la República Checa, vuelve a Austria, y de ahí al otro lado del charco en un vuelo transoceánico, bifurcándose entre los Estados Unidos y Brasil, con un constante tránsito de aeropuertos que también tienen conexiones en París y Londres. Lo que une a los muchos protagonistas es una tensión emocional, derivada de sus problemas sentimentales. El reparto internacional cuenta con Jude Law, Rachel Weisz, Anthony Hopkins, Moritz Bleibtreu, Jamel Debbouze o Marianne Jean-Bpatiste.