la real jugará la previa de la liga de campeones
El fútbol sí es justo
DEPORTIVO LA CORUÑA 0
REAL SOCIEDAD 1
Joseba ITURRIA
La Real jugará la previa de la Liga de Campeones tras cumplirse los dos requisitos que necesitaba para recuperar la cuarta plaza que había perdido el domingo anterior, pero que se ha ganado con una gran campaña.
Fue la victoria de la Real y del fútbol, que hizo justicia con el equipo que más lo mereció. No era justo que los de Montanier no vieran recompensada su gran temporada con el cuarto puesto y el premio llegó gracias a la seriedad con la que jugaron ayer en Riazor, la misma que les faltó en Getafe o ante el Granada. Eso es lo bueno de este equipo, que sabe aprender muy rápido de sus errores.
Ayer ni los laterales subían con ventaja mínima ni los centrocampistas perdían el sitio o el balón en zonas comprometidas. Así la Real defendió el gol de Griezmann sin asumir riesgos innecesarios. Con esa disciplina, la ansiedad del Depor y la ayuda de la fortuna en los peores minutos de la segunda parte consiguió una victoria que, unida a la del Sevilla ante el Valencia, le permitió cerrar la temporada de manera inmejorable.
Fue una victoria que hizo justicia además a una afición como la de la Real ejemplar que no dio un paso atrás tras verse en quinta posición. Que mil aficionados decidieran hacer 1.300 kilómetros por carretera para acompañar a su equipo en Riazor merecía la recompensa que les ha ofrecido el fútbol para compensar todas las desgracias que han tenido que superar en las últimas temporadas.
Y el fútbol fue justo con Montanier, maltratado por muchos y volteado por sus jugadores al término del encuentro. Cogió un equipo que se salvó tras sumar once puntos en los últimos catorce partidos y lo deja en la previa de la Liga de Campeones tras un gran trabajo que ha mejorado el juego del equipo tanto en ataque como en defensa.
Un buen primer tiempo
El buen juego ofensivo se vio en el primer tiempo, en el que la Real tuvo el control del balón y del partido y, además del gol de Griezmann, dispuso de dos claras ocasiones de Carlos Vela. La primera terminó en gol bien anulado al zurdo de Mâcon.
Fue un primer tiempo en el que Illarramendi dirigió la orquesta a la perfección con la ayuda de Xabi Prieto en el centro del campo y Agirretxe confirmó el gran momento en el que ha llegado al final de temporada. Originó la jugada del gol y planteó serios problemas al Deportivo, como Vela, cuya velocidad solo pudo parar la defensa gallega con dureza.
La Real tuvo el mérito además de saber sobreponerse al tempranero gol de Ever Banega. A pesar de que la LFP suprime los videomarcadores en las últimas jornadas, la afición del Deportivo se encargó de comunicar inmediatamente a los realistas el gol del Valencia, pero al equipo blanquiazul le había llegado el mensaje de que el Sevilla iba a hacer todo lo posible para ganar el partido y creyó en sus opciones de lograr el cuarto puesto.
Esa confianza creció cuando llegaban desde Sevilla noticias de los goles de Negredo que los aficionados blanquiazules celebraron igual que el de Griezmann. Por contra, los jugadores del Deportivo conocían que Celta y Mallorca ganaban sus encuentros y volvían a encontrarse con los fantasmas que aparecieron hace dos años con otro descenso muy similar, tras llegar también a la última jornada dependiendo de sí mismo.
Capacidad de sufrimiento
Pero no hay nada más peligroso que un rival que nada tiene ya que perder y en la segunda parte la Real tuvo que sacar a relucir el espíritu de sacrificio y la capacidad de sufrimiento que nunca puede olvidar por mucha calidad que tengan sus futbolistas. Fernando Vázquez retiró al central que tenía tarjeta para dar entrada a un delantero y ese cambio y el espíritu de supervivencia llevó al Deportivo a tomar el mando del encuentro con más corazón que cabeza.
Con ese ímpetu y el cansancio de Illarramendi le bastó para arrebatar el balón a la Real y a base de centros laterales y de acumular jugadores en el área estuvo muy cerca de conseguir el empate en dos balones a los palos y en un fallo de Bravo que no supo aprovechar Salomao.
La fortuna acompañó a la Real, que supo aguantar también los diez minutos que tuvo que jugar en inferioridad numérica por la expulsión de Markel. Montanier reaccionó con la entrada de Ansotegi para defender los balones aéreos que tantos problemas causaban a su defensa y a Bravo y los blanquiazules consiguieron acabar el partido sin encajar un gol ante un Deportivo hundido al que ni tan siquiera le valía el empate para evitar el descenso.
El cuarto puesto permite jugar la previa de la Champions que debe ser considerada como un premio peligroso porque obligará al nuevo técnico a acelerar la preparación y su conocimiento de la plantilla para jugarse mucho en un par de semanas en las que un equipo no puede estar a tope. Lo más importante es que esa cuarta plaza ayudará a que los mejores jugadores quieran seguir en la Real. Lástima que Montanier no haya querido disfrutar de eso.