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Del 9 de Atotxa al 9 de Anoeta

La progresión de Agirretxe ha hecho que muchos le vean ya como el sucesor de Satrustegi. Palabras mayores. Les separan 33 años de edad en los que la vida y el fútbol han cambiado mucho. Físicamente son similares -apenas dos centímetros-, y también en su forma de ser. Conectan enseguida y hablan con pasión de lo suyo: el 9.
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Ramón SOLA

Mientras Agirretxe apura el entrenamiento, Satrustegi no deja de sorprenderse con las modernas instalaciones de Zubieta: «¡Y pensar que en nuestros tiempos aquí solo había un campo!». Rememora aquellas tardes de Atotxa, cuando «estábamos en el vestuario y se movía todo, parecía que se iba a caer el estadio». Su spa era «una cubeta en la que no nos atrevíamos ni a entrar, bromeábamos con que allí podía haber hasta cocodrilos».

El actual «9» de la Real sale del vestuario y saluda al navarro, con efusividad pero también un cierto respeto. Satrustegi es historia viva de la Real, historia de éxito que reviven ahora Agirretxe y sus compañeros. Así que tienen mucho que contarse uno a otro. GARA solo pone el guión.

Delantero centro, quizás el puesto más difícil. Antes porque les pegaban duro, ahora, porque no hay espacios...

Jesús Mari SATRUSTEGI: Sí, entonces había defensas que eran francamente agresivos. Y otra cosa: apenas se veían imágenes, solo lo que emitían en Estudio Estadio, que era el único programa. Ahora se ve todo, las patadas se notan mucho. También era muy diferente el material: las botas, los balones que pesaban más...

Imanol AGIRRETXE: Es cierto, ahora estamos más protegidos, incluso hay casos en que a los jugadores se les sanciona después del partido. En general, supongo que ha cambiado todo a mejor.

SATRUSTEGI: Pero aparte de eso, lo de estos ahora es muy difícil. Ha habido cosas que han mejorado mucho; lo táctico, lo físico... Se juega a toda velocidad. Y está todo muy estudiado, yo lo veo en los entrenamientos de mi hijo [Álex Satrustegi, también delantero, que esta temporada ha jugado en Osasuna juvenil y Oberena de Tercera División].

AGIRRETXE: Yo no viví aquello, claro, pero he visto reportajes, como el de ETB, y se te pone la piel de gallina con lo que lograsteis entonces. Es verdad que ahora tenemos buenos resultados y que estamos jugando bien. A su vez, esto te hace mejorar sicológicamente. Pero no se puede comparar esto con aquello que hicisteis. Lo veo muy difícil, muy lejano.

SATRUSTEGI: Influyó positivamente que casi todos empezamos desde abajo, en el Sanse. Éramos todos más o menos de la misma edad, salvo Iñaxio [Kortabarria]. Creo que Periko [Alonso] tenía un año más, y luego veníamos todos seguidos: yo, Luis [Arkonada], Julio [Olaizola], Diego... Nos lo fuimos creyendo poco a poco. Y hubo suerte de que nadie se fue a otros equipos hasta después de ganar las ligas. Pero hay una cosa clara que es muy diferente a ahora. Entonces los equipos grandes disponían de extranjeros muy buenos, pero solo eran dos: recuerdo a Stielike, Netzer, Breitner en el Madrid, Neeskens, Schuster, Maradona en el Barça... Ahora no son dos, son una lista terrible. Estamos viendo a auténticas selecciones mundiales, así que ahora lo tienen mucho más difícil.

AGIRRETXE: Mira el Atlético de Madrid. Ha hecho una temporada increíble y pese a ello el Barça y el Madrid le han sacado 25 puntos...

Ya que Satrus habla de ilusión, aquellos 70 y 80 eran años duros en Euskal Herria, con un montón de conflictos políticos y sociales. También ahora. ¿Los jugadores notan que crean esa ilusión colectiva? ¿Cómo se vive eso?

SATRUSTEGI: Yo creo que nos estamos dando cuenta ahora, al paso de los años. Entonces lo vivías tan normal. Es cierto que ibas por la calle y siempre te venía alguno a saludar: «¡Aupa Satrus!», y tal. Pero era todo muy normal, más sencillo. Nosotros andábamos por la calle en vaqueros, parecíamos una cuadrilla más, no un equipo de fútbol. Y no había tanta prensa. Aquí solo venían ``El Diario Vasco'', ``Egin'' con Tito Irazusta, que nos daba caña, y otro diario que creo que se llamaba ``La Voz de España''...

AGIRRETXE: Pues sí que ha cambiado. Ahora tienes ocho periódicos y cada uno da ocho páginas de la Real a diario, más las radios, televisiones... O sea, que la gente te conoce mucho más. Por lo que dices, creo que entonces solo sabrían quiénes erais los que iban a Atotxa, ahora es casi todo el mundo. Pero bueno, lo llevas bien, es bonito ver que hay una ilusión máxima por la Real. Si te paran por la calle, lo haces con gusto, en cierto modo te sientes orgulloso. Y lo que citabais de la crisis y la ilusión... pues sí. Con todas las dificultades de hoy día, si consigues que haya gente que se despierte el lunes un poco más contenta, es algo grande.

La hinchada vasca es agradecida para eso. El otro día a los jugadores del Zaragoza los tuvo que escoltar la Policía al llegar al entrenamiento, tras perder 4-0 en Sevilla...

AGIRRETXE: Bueno, también hemos tenido momentos difíciles. En Segunda la afición nos apoyaba también mucho, pero había tensión, mucha presión por salir de ahí. No fue fácil. Es importante sentir confianza en lo que haces. Cuando las cosas van saliendo como ahora, acabas confiando al 100%.

SATRUSTEGI: Para esa confianza, el tema del gol es fundamental en los delanteros. Pero ojo, también hay que dejar claro que la confianza no es una cuestión meramente individual. Por ejemplo, el nuestro era un equipo muy completo, y entonces si tú ese día no estabas en tu mejor momento, porque tenías fiebre o lo que sea, siempre estaba el resto para echarte una mano. Creo que eso tú, Imanol, lo haces muy bien: cuando un partido no se te da de cara, porque nadie es Dios y eso pasa de vez en cuando, sigues y sigues intentándolo, hasta que te sale.

AGIRRETXE: Eso que cuentas también ocurre en el equipo actual. Que no solo hay confianza individual, sino colectiva, porque estamos jugando bien cada uno y a la vez todo el equipo.

¿Jugar en Europa ayuda a crecer al jugador, se aprende mucho?

SATRUSTEGI: Sí, mucho. Me acuerdo de cuando jugamos en Liverpool y nos metieron un 6-0. Era campeón de Europa, tenía a Kevin Keegan... Nosotros éramos una mezcla de veteranos -como Martínez, Gorriti y Boronat- y de los jóvenes que empezábamos entonces. Y aprendimos, sí. Unos años después le ganamos en Wembley a Inglaterra (1-2), y allí estábamos cuatro o cinco de la Real. En mi caso, no me puedo quejar de lo que he viajado y dónde he jugado: Wembley, Maracaná, el Azteca de México, contra el Liverpool, el Inter...

AGIRRETXE: Pues fíjate, para nosotros jugar en Europa sí que va a ser una experiencia única. Quitando a Xabi [Prieto], el resto no sabemos qué es eso. Me da igual dónde, pero tengo muchas ganas: Alemania, Inglaterra... Intentaremos aprovecharlo para crecer, siempre hay margen.

SATRUSTEGI: Siempre hay que pensar en eso, en crecer. No digo que este equipo pueda ganar la liga porque ahora juega contra selecciones mundiales, pero vista la progresión creo que no ha tocado techo. La prueba es que se les ha ganado a los grandes. Y en cuanto a progresión, el caso de Agirretxe es excepcional. Y eso no es casualidad, hay un trabajo bien hecho. Mi única duda es si para Europa vale con esta plantilla o hace falta algún jugador más. Nos vendría muy bien.

 

1980ko eta 2003ko formulak nahasten dituen taldea

Batzuentzat, egungo Realak Liga birritan (1981ean eta 1982an) irabazi zuen taldearen ezaugarri berdinak ditu: gaztetasuna, harrobia... Beste batzuei, ordea, 2002-2003 denboraldian Ligak eskuetatik ihes egin zion hura gogorarazten die: aurretik inortxok ere ezagutu gabe Normandiatik ekarritako entrenatzaileen lan ona, hainbat jokalariren heldutasunaren sasoi betea...

Biek dute arrazoia. Satrustegi-Agirretxe bikotea hautatu du GARAk antzekotasun hori nabarmentzeko, baina bestelakoak ere osa litezke, egungo taldea 1981eko nahiz 2003koarekin alderatuz gero. Esaterako:

Bravo-Westerveld: Atzetik eraikitzen dira talde onak, ezinbestean. Eta hasieran biekin zalantza batzuk izan baziren ere, azkenean segurtasun handia eman dio taldeari txiletarrak, 2003an holandarrak egin zuen bezala. Parekoa da batak zein besteak oinekin duten joko ona, baita heldutasuna ere (29 urte zituen Westerveldek, 30 orain Bravok). Euskal harrobiak atezain onak eman ohi ditu, baina ez da makala bi hauen ekarpena.

Iñigo Martinez-Kortabarria: Adina alde batera utzita (31 urterekin irabazi zuen lehenengo Liga Kortabarriak eta 22 bete berri ditu Iñigok), antzeko ezaugarriak dituzte biek: defentsan sendo eta gogor, baloia oinetan dutela txukun, buruz golak lortzeko gai, jaurtitzaile trebeak. Hau guztia altuegiak izan gabe: 182 zentimetro zituen Kortabarriak eta 181 Iñigo Martinezek.

Xabi Prieto-Zamora: Jokalari irudimentsuak biak, ezerezetik gola asmatzen dakiten horietarikoak, buru argikoak. Prieto erdian kokatu izanak bestelako ukitua eman dio Realari. Halaxe gertatu zen Zamorarekin ere, bere garaian. Batarentzat zein bestearentzat hegala omen zen toki naturala (ezkerra Zamorak, eskuina Prietok), baina zelai erdira maisuki moldatu dira.

Illarramendi-Xabi Alonso: Bernd Schusterrekin parekatu du baten batek Illarra, baina gertuago gelditzen zaio Xabi Alonso. Beren tokitik talde osoa antolatzeko gai diren jokalariak, eta area batetik bestera iristen direnak (ingelesek diotenez, box to box). Oso gazte tokatu zaie biei Realaren lemazain lana, baina sobera prestatuta dagoela erakutsi du mutrikuarrak, duela hamar urte tolosarrak egin zuenaren antzera.

 
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