Iñaki LEKUONA | Periodista
De portada
Un millar de personas recorrió el sábado las calles de Marsella para reclamar un punto y final a la violencia que se respira en esa gran urbe. Así lo contaba «Liberation», donde destacaban también las protestas que trufaron Europa de críticas a la política de austeridad. Sin embargo, la manifestación que acaparó su portada fue la que reunió a un puñado de jóvenes católicos que, sentados en una plaza de París y rodeados de pancartas que defendían «respeto», «amor», «paz» y «no violencia», reivindicaban la perpetuación del «orden natural», un eufemismo con el que se oponen al matrimonio homosexual, un acto irrespetuoso, odioso, beligerante y violento.
No muy distintos fueron los contenidos de los otros grandes medios franceses, aunque en un ejercicio de descentralización informativa «Le Figaro» fue capaz de levantar su mirada hacia los Pirineos para dar cuenta de una concentración singular, la de miles de esquiadores que pueblan unas pistas asombrosamente cubiertas de nieve en este comienzo de junio. «Le Monde», cómo no mucho más serio, decidió dar la espalda a la actualidad hexagonal para observar los intercambios de golpes entre policía y manifestantes en la capital de Turquía, país que no termina de romper las cadenas que le impiden entrar en el club de estados altamente democráticos como, verbigracia, Francia, donde todos los derechos hace tiempo que estan consagrados. Como la libertad de expresión, que practicaron unos cinco mil ciudadanos en Baiona reclamando más democracia. O el de la libertad de opinión, que ejercieron los grandes medios de comunicación silenciando a esos manifestantes. Qué grande y democrárica es esta República. Y todavía hay quien quiere independizarse... ¡insólito! Tanto, que merecería una portada.