Campeonato Manomanista
Irujo, finalista a velocidad 5G
El de Ibero atropelló a Bengoetxea VI con su golpe y consiguió el pase a su séptima final de la distancia.
BENGOETXEA VI 13
MARTÍNEZ DE IRUJO 22
Jon ORMAZABAL
En una sociedad cada vez más inmediata, la velocidad se ha convertido en un elemento imprescindible y en los cada vez más indispensables móviles, las compañías telefónicas luchan últimamente por la implantación de la tecnología 4G para hacer más veloces las comunicaciones. La pelota no es ajena a estas nuevas necesidades y, por lo menos viéndole jugar ayer, se puede decir que Juan Martínez de Irujo, el pelotari que revolucionó este deporte hace una década -el jueves se cumplen exactamente 10 años desde su debut- ya viaja en 5G.
Y es que, sacando provecho de un material de mucha salida de frontis y su golpe, el delantero de Ibero atropelló a Oinatz Bengoetxea, con lo que se clasificó para su séptima final del Manomanista, confirmándolo como uno de los mejores especialistas de la modalidad de la historia.
El pelotari de Aspe no ha perdido nunca una semifinal de la distancia y ayer también salió decidido a no hacerlo. Imprimiendo a la pelota una velocidad endiablada, dándole a cada pelota y arriesgando lo mínimo -apenas una dejada un poco alta fuera de lugar y una pasa en el saque hasta el 1-12- Irujo tuvo un arranque demoledor de esos ante los que no queda otra que tratar de resguardarse hasta que escampe.
Incluso un pelotari de gran defensa como Oinatz Bengoetxea quedó retratado al tener que jugar de aire con los pies en el siete, al ser atropellado por la pelota y tener su temible sotamano totalmente desactivado. Tampoco poner su pelota -de mucho menor salida- en juego le sirvió de mucho, ya que los recursos de aire del de Aspe no le permitieron arrancar su saque-remate y el marcador se fue a un sonrojante 5-17.
Maquillaje con riesgo
Al de Leitza no le quedó entonces otra que arriesgar y su osadía le sirvió al menos para maquillar un poco el resultado final. Primero lo hizo con una afortunada dejada con la que adquirió el saque, momento en el que decidió morir matando y seguir con la pelota de Irujo.
El saque le ayudó a sumar algunos tantos, pero Irujo también mostró grandes piernas y madurez y presentó su candidatura a calarse la quinta txapela del Manomanista.
El jueves se cumplen diez años de su debut en profesionales y el de Ibero lo celebró con su séptima final del Manomanista, en la que espera calarse su quinta txapela, con la que superaría en el escalafón a Rubén Beloki.