Rusia bloqueó el fin de semana un proyecto de declaración en el Consejo de Seguridad de la ONU propuesto por Gran Bretaña sobre la situación en la asediada ciudad siria de Quseir, indicaron diplomáticos ayer.

El texto introducido el sábado buscaba mostrar la «gran inquietud» del Consejo por los civiles atrapados en esa ciudad del centro del país, escenario de encarnizados combates entre el Ejército sirio y los rebeldes, y pedía al Gobierno sirio que «autorice un acceso inmediato, total y sin trabas» a las organizaciones humanitarias para que resguardaran a los civiles.

El Consejo exhortaba «a todas las partes a hacer todo lo posible por evitar las pérdidas civiles» y exigía específicamente al régimen de Bashar al-Assad que «asuma su responsabilidad de protegerlos».

Rusia reclamó una «discusión política más amplia» al respecto, según fuentes diplomáticas, que agregaron que Rusia indicó que «cuando los rebeldes tomaron Quseir, el Consejo nos se manifestó y no hay razón para hacerlo» ahora cuando el Ejército sirio se apresta a retomar la ciudad.

El ministro sirio de Exteriores, Walid al-Mualem, tras una petición al respecto del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, indicó que no permitirá la llegada de ayuda humanitaria a Quseir hasta que finalicen los combates. Agregó que el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja siria podrán entrar «inmediatamente después de que finalicen las operaciones militares».

Amenazas del CCG

El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) calificó ayer de «terrorista» la intervención del grupo chií libanés Hizbulah en el conflicto sirio, especialmente en Quseir, y afirmó que estudiará incluirlo en su lista de «organizaciones terroristas».

Tras una reunión de los jefes de la diplomacia de los países miembros del CCG (Arabia Saudí, Bahrein, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Omán), su secretario general, Abdelatif al-Ziyani, afirmó que están estudiando tomar medidas contra los intereses de Hizbulah en los estados del CCG.