En busca de acuerdos de estabilidad en la CAV
El PNV oficializa con imágenes su elección del PSE como futuro socio
Delegaciones del más alto nivel del PNV y del PSE se reunieron durante hora y media en el Parlamento de Gasteiz. Lo que hablaron en el interior de la sala no se sabe. Lo que dijeron ambas partes a la salida era ya conocido. Por tanto, la cita de ayer no tuvo otro objetivo que la toma de fotografías e imágenes para que los medios de comunicación certifiquen que el PNV, siete meses después de las elecciones, ya ha decidido quién quiere que sea su socio de legislatura.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La supuesta noticia tras la reunión de hora y media que delegaciones de PNV y PSE mantuvieron en el Parlamento de Gasteiz pretendía ser que ambos partidos habían decidido la creación de comisiones sectoriales que fueran desbrozando futuros acuerdos en diversas materias. Pero ese acuerdo estaba ya tomado antes de que el viernes se hiciera público el anuncio de la cita de ayer. Podía haber sido noticia que se diera cuenta del calendario acordado, pero éste no se hizo público, no vaya ser que generar expectativas semanales lleve a frustraciones más abundantes, según explicó el portavoz jeltzale, Joseba Egibar. Lo único que se sabe es que cualquier pacto en materia fiscal debe estar cerrado antes de marcharse de vacaciones en verano, para que las instituciones forales puedan hacer su trabajo. Pero el escollo en esta materia es que ese consenso debe trascender a PNV y PSE y contar con el apoyo de una tercera fuerza para garantizar su aprobación en las Juntas Generales de Araba y de Gipuzkoa.
¿Dónde estaba entonces la noticia? En la foto y en las imágenes de televisión de las dos delegaciones, frente a frente, en terreno neutral, dando cuenta de una relación que superaba las citas bilaterales discretas que el propio Iñigo Urkullu encomendó a los partidos en la reunión de Lehendakaritza del 21 de mayo.
El PNV, de esta forma, oficializa la elección del PSE como socio para buscar la estabilidad que necesita su Gobierno en el Parlamento, después de haber aprendido con la retirada del presupuesto que los planes elaborados tras las elecciones eran castillos en el aire.
El PSE, por su parte, pese a ser la tercera fuerza del Parlamento y carecer casi de cualquier otro poder institucional, obtiene una relación preferente con el partido del gobierno, lo que refuerza su posición negociadora sobre el resto de la oposición.
Para llegar a esta foto, el PNV ha tenido que bajarse del púlpito. Hace poco más de un mes, en plena rabieta por haber tenido que retirar los presupuestos, ponía condiciones al inicio de conversaciones. «El PSE tiene que asumir su papel actual, que la sociedad le ha sacado de la Lehendakaritza. Si vuelve a ser el partido que fue, con el que hemos tejido muchos pactos... estamos dispuestos a volver a aquella situación», decía en una entrevista el presiente del EBB, Andoni Ortuzar, como si quien necesitara de los acuerdos para sobrevivir fuera el PSE y no el Gobierno de Urkullu. Sin embargo, ahora, su discurso es más humilde. «El pasado, pasado está, y ahora debemos mirar hacia el futuro», decía anteayer el mismo Ortuzar.
El PSE, por su parte, está aprovechando la situación para vender como un triunfo que el guión de las conversaciones es el marcado por su partido. Y mantiene este discurso con el consentimiento jeltzale, que sabe que no es del todo cierto. De hecho, en el documento de trabajo que el PNV entregó al resto de los partidos para la primera ronda de contactos tras las elecciones, ya aparecían de manera destacada los cuatro puntos que ahora conforma el guión negociador. Pero el PNV calla y deja que el PSE se cuelgue la medalla, lo que también es significativo.
Cuatro comisiones técnicas
Los primeros en entrar ayer a la sala del Parlamento en la que estaba convocado el encuentro fueron los miembros de la delegación del PNV, integrada por Joseba Aurrekoetxea, responsable de Economía del Euzkadi Buru Batzar, Pilar García de Salazar, secretaria del EBB, Joseba Egibar, portavoz parlamentario y miembro del EBB, y Koldo Mediavilla, responsable de Política Institucional.
Minutos después llegaron Txarli Prieto, Iñaki Arriola y José Antonio Pastor, secretarios generales del PSE de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia, Rodolfo Ares, secretario de Organización y Coordinación, e Idoia Mendia, secretaria de Participación y Portavoz de la Ejecutiva del PSE.
Todos ellos componen la denominada «comisión política» que será la encargada de validar los acuerdos a los que puedan ir llegando las comisiones técnicas creadas para cada uno de los ejes de negociación.
La comisión encargada de buscar «medidas eficaces para luchar contra el fraude y abordar una reforma de la fiscalidad más justa y eficiente», estará interconectada con la de «políticas para combatir el paro e impulsar una economía en recesión». Se trata de relacionar cómo obtener más ingresos públicos y a qué destinarlos.
En paralelo trabajará otra comisión que buscará fórmulas para el «sostenimiento de los servicios públicos que definen nuestro estado de bienestar, con las adaptaciones que resulten necesarias para este fin».
Quién tendrá un trabajo a más largo plazo será la comisión de «revisión del entramado institucional y de su sector público asociado para suprimir duplicidades y hacerlos más modernos y eficientes». Su tarea se verá acompañada por la ponencia sobre la misma materia que debería haberse puesto en marcha ya en el Parlamento y cuya constitución venía demorando el PNV. El portavoz jeltzale, Joseba Egibar, anunció ayer que pronto estará en funcionamiento.
Voluntad de acuerdo
Las conversaciones oficializadas ayer parten de la mutua voluntad política de llegar a acuerdos y, en principio, se limitan a los temas propuestos. Desde el PSE, Idoia Mendia insistió en que la intención de su partido «no es buscar ni pactos de legislatura ni gobiernos de coalición. Buscamos acordar las grandes reformas que necesita el país». Y apostilló que no quieren «apaños que sólo sirvan para salvar los muebles al Gobierno nacionalista».
Desde el PNV, Egibar admitió que ese es, de momento, el terreno de juego, pero no ocultó el valor que tendría alcanzar una fórmula que diera estabilidad al Gobierno de Urkullu. «La estabilidad es un valor, genera confianza y tiene un efecto multiplicador», afirmó el portavoz parlamentario, para explicar después que el PSE ya ha dicho que de momento no es eso lo que busca y apuntar que «estamos en algo muy previo».
Pese al paso dado ayer, que rompe con el esquema de encuentros bilaterales que salió de la cita en Lehendakaritza, el PNV anunció que seguirá manteniendo contactos con el resto de formaciones. Ya tuvo una reunión con el PP en Sabin Etxea y anunció que habrá una cita con EH Bildu. Entre otras cosas, porque un pacto sobre fiscalidad necesita del apoyo de al menos tres partidos. Pero la querencia está clara, según dijo Ortuzar ayer mismo, el PSE ha sido «el más valiente».
EH Bildu reprochó ayer al PNV que «difícilmente se comprende que la primera fuerza del Parlamento de Gasteiz no sólo no traslade ofertas para llegar a acuerdos a la segunda, sino que además renuncie a toda oportunidad de trabajo conjunto».
En una rueda de prensa ofrecida por los parlamentarios Maribi Ugarteburu, Juanjo Agirrezabala, Rebeka Ubera y Oskar Matute -representantes de las cuatro fuerzas componentes de EH Bildu-, se subrayó la idea de que el PNV, al dejar de lado cualquier posibilidad de acuerdo con la coalición abertzale, está concediendo a PSE y PP la llave para gobernar el país.
Cabe destacar que, entre los puntos para un acuerdo que abordan PNV y PSE, no solo hay cuestiones económicas, sino también otras como la estructura institucional de la CAV, que el lehendakari, Iñigo Urkullu, quiere que se extienda también a la búsqueda de un nuevo estatus. De ahí que EH Bildu critique que pactos de este calado se pretendan alcanzar con un partido como el PSE que, hoy por hoy, sigue negando «los derechos, la condición y la personalidad de Euskal Herria».
EH Bildu pidió al PNV «que le pregunte a sus votantes si realmente quieren que llegue a acuerdos con quienes niegan toda clase de derechos a la ciudadanía vasca, desde el derecho a decidir hasta el de tener una vivienda y un trabajo dignos. Le están dando la espalda a la mayoría de la sociedad».
Según expresaron ayer los parlamentarios de la coalición soberanista, en la decisión del PNV «existe una clara intención de arrinconar a EH Bildu o bien, un esfuerzo por dulcificar el modelo neoliberal imperante para mantenerse en el mismo». Por su parte, la coalición sostiene que este país «necesita acuerdos», pero «no farsas que solo persiguen el objetivo perpetuar la difícil situación que vivimos», puesto que su opinión es que este pacto solo responde a necesidades partidistas. GARA
El presidente del PP de Gipuzkoa y portavoz del partido en el Parlamento autonómico, Borja Sémper, pidió al lehendakari que reflexione sobre «la importancia» de lograr un «acuerdo a tres» entre PNV, PSE y PP, que sería «de calado y de futuro», ya que su formación ofrece «capacidad de influencia, de relación con otras instituciones y administraciones», y una visión económica para «afrontar las bases de una Euskadi de futuro con garantías».
Sémper señaló que un hipotético acuerdo entre PNV y PSE, con «la excusa» de la gravedad de la situación política y social por la que atraviesan los ciudadanos, que solo sirviera para «enjuagues de poder, parcheos o solucionarle la papeleta al gobierno de turno» supondría «un grave error de diagnóstico y no aportaría nada para el interés de los ciudadanos».
El portavoz parlamentario del PP sostuvo que, para construir las condiciones con las que afrontar los retos de futuro «con garantías», los pactos y consensos «deben ampliarse». Por ello, manifestó que «el PP se ofrece para contribuir a una Euskadi global, que necesita más apertura que la que puede ofrecerle un hipotético acuerdo a dos». Según dijo, «si la situación es excepcional, los acuerdos también tienen que ser excepcionales». GARA