Menos de 48 horas después de que miles de personas recorrieran las calles de la capital labortana exigiendo al presidente François Hollande que «responda» a la petición de una Colectividad Territorial Específica (CTE) para Ipar Euskal Herria, saltó la noticia de que la senadora Frédérique Espagnac, activa impulsora de dicha demanda y que encabezó la movilización, había presentado el 24 de mayo una enmienda en el Senado francés proponiendo otra estructura alternativa al actual pays.

En concreto, la electa del PS plantea transformar esta estructura asociativa, que dejará de existir con la nueva Ley de Descentralización, por un Polo de Ordenación y Cooperación del País Vasco (POC).

Se trataría de una entidad semejante al Polo Metropolitano pero aplicado a las zonas rurales, regulado por el artículo 5741-1 del Código General de las Colectividades Territoriales. El POC estaría compuesto por las diez mancomunidades vascas y mantendría los actuales Consejos de Electos y de Desarrollo.

El Consejo General de Pirineos Atlánticos y el Consejo Regional de Aquitania podrían adherirse al mismo.

Opción descartada

El POC estaría asociado «de pleno derecho» a la elaboración del Convenio Territorial Específico suscrito entre las instituciones regional y estatal. En él se establecen los proyectos que se desarrollan durante un periodo de cinco o seis años.

La opción de un Polo Metropolitano fue analizada en profundidad hace dos años durante el debate en el Consejo de Desarrollo y el Consejo de Electos y fue descartada, entre otras razones, por su complejidad en la aplicación práctica y porque no responde a los retos futuros de los tres territorios vascos.

La noticia de la iniciativa parlamentaria de Espagnac causó ayer bastante revuelo en la propia Coordinadora Territorial, creada para impulsar la CTE tras el consenso inédito que ha concitado esa alternativa para el reconocimiento de Ipar Euskal Herria y que fue la convocante de la manifestación del sábado.

La Coordinadora se reunió urgentemente ayer por la mañana para pedir explicaciones a la senadora. Aunque no hubo ningún comunicado oficial al respecto, varias fuentes, apuntaban que la reunión había sido bastante tensa. Según France Bleu, Jean-Jacques Lasserre, presidente del Consejo de Electos, abandonó la reunión antes de que finalizara y se negó a hacer declaraciones.

El consejero general Max Brisson (UMP) manifestó que la enmienda de Espagnac amenaza la unidad lograda en torno a la CTE y criticó esa «iniciativa individual». En la misma linea, el portavoz de EH Bai, Peio Etxeberri-Aintxart, exigió a la senadora que explique «cómo pudo aplaudir el sábado a 6.000 personas desde el estrado cuando las había engañado días antes».

«No más sucedáneos»

El colectivo Autonomia Eraiki advirtió de que «no aceptará un nuevo sucedáneo institucional» y que «la CTE es hoy en día el mínimo vital. Todo lo que sea inferior a eso será inaceptable».

La plataforma Batera, miembro de la Coordinadora, tampoco se pronunció pero ha convocado una rueda de prensa para mañana. Su portavoz, Martine Bisauta, declaró a Euskal Irratiak que, en su opinión, se trata de «una enmienda táctica» para que el tema esté presente en el debate parlamentario. «Podría constituir el comienzo de una discusión a la que el Gobierno se niega obstinadamente».

Mientras, la diputada del PS Sylviane Alaux calificó como «valiente» la iniciativa de su compañera de partido.