Las históricas inundaciones amenazan aún varias ciudades de Europa central
Las inundaciones históricas que ya han causado al menos dieciséis muertos en Europa central continuaban ayer amenazando varias ciudades de Alemania, Hungría, República checa y de Austria, donde decenas de miles de personas fueron evacuadas.
GARA | BILBO
Las crecidas de los ríos de Europa central y del norte, que se han cobrado ya dieciséis vidas desde el fin de semana, continuaban ayer amenazando con anegar más regiones y ciudades, mientras que en las zonas dañadas en los últimos días comenzaron las arduas tareas de limpieza y reconstrucción.
Decenas de miles de alemanes, húngaros y checos fueron evacuados ayer de sus casas mientras los soldados se apresuraban, ayudados por vecinos y voluntarios, en colocar sacos de arena para contener la crecida de las aguas provocada por las peores inundaciones registradas en la región en una década.
«Yo duermo con mi abuela, mi madre con un amigo», explicaba Tim, un niño de cuatro años, que vive en Dresde (Alemania Oriental) ataviado con unos pantalones encerados.
Al igual que miles de personas de esta ciudad sobre el río Elba, que nace en la República Checa, Tim fue evacuado. «Quería venir a ayudar», dijo su abuela, que ayuda a transportar sacos de arena en la ciudad donde la electricidad quedó parcialmente cortada.
En especial preocupaba el aumento de los caudales del Danubio, en Austria y Eslovaquia, y del Elba, en Alemania y la República Checa, donde seguían bloqueadas o cerradas al tráfico numerosas carreteras y vías ferroviarias.
Tras superar ayer en Viena el nivel de las riadas de 2002, el Danubio amenazaba con anegar Bratislava, la capital eslovaca, y se dirigía hacia Hungría, que se preparaba para afrontar grandes crecidas después de que en Budapest el agua estuviera a punto de desbordarse.
Mientras, el Elba había comenzado ya a inundar Dresde, la capital del estado alemán de Sajonia, donde se mantenía la alarma. En el sur de Alemania la situación tendió a distenderse.
También el Elba anegó la ciudad checa de Strekov, al alcanzar un nivel de entre 11 y 11,5 metros, superior a la altura de los diques de contención, según la prensa local citada por Efe. El río Moldava, afluente del Elba que atraviesa Praga, seguía amenazando varias regiones del país, mientras la situación continuaba siendo crítica en Bohemia.
En Viena, el Danubio alcanzó a mediodía su caudal máximo histórico, al llegar a los 10.600 metros cúbicos por segundo, batiendo el récord de las devastadoras riadas de 2002 (10.300 metros cúbicos). Tres puertos fluviales seguían inundados y fuera de servicio en la ciudad.
En Eslovaquia, donde se registraron al menos dos muertos, la zona más afectada era Devin, cercaba a la capital y aislada por las inundaciones.
El presidente de la aseguradora Munich Re, Nikolaus von Bomhard, consideró que es pronto para estimar el alcance de las pérdidas, pero que empresas y hogares asumirían el grueso del coste ya que muchos no tenían seguros contra inundaciones.