Las ikastolas del sur de Nafarroa corren el riesgo de suspender su actividad debido a la grave situación económica que padecen, según destacó ayer el director de la Federación de Ikastolas de Nafarroa, Pello Mariñelarena, ante la Comisión de Educación del Parlamento navarro.

Recordó que durante el debate de la ley de financiación de los centros del sur del herrialde, la Federación de Ikastolas pidió que esta partida fuera revisada anualmente o se incrementara según el crecimiento de sus necesidades, pero esta demanda fue rechazada.

Esta situación provocó, según Mariñelarena, que estos centros hayan padecido desde 2009 un déficit muy importante, «que les ha llevado a una situación ya insostenible».

«La solidaridad de las otras ikastolas ha mantenido durante algún tiempo esos déficits pero todos los fondos se han agotado ya. La progresiva desaparición de ayudas de Euskarabidea, entre ellas la más importante, la ayuda al transporte, ha provocado un nuevo socavón económico», añadió Mariñelarena, que subrayó que algunos centros han tenido que realizar, además, inversiones imprescindibles.

Así, en 2013 el déficit de estas seis ikastolas (Fontellas-Tutera, Irunberri, Viana, Lodosa, Tafalla y Zangoza) asciende a 863.000 euros y está previsto que en 2016 llegue a 1,03 millones.

Sustituir a la Administración

Mariñelarena recordó que estos centros están realizando una labor pública donde la Administración no llega, son de carácter comarcal y atienden a los pueblos del entorno y son modelos de iniciativa social y cooperativas de padres y madres, como el resto de ikastolas.

Junto a ello, destacó que sin estas ikastolas -alguna de las cuales, como la de Tafalla, lleva funcionando más de 40 años-, no se hubiera podido formar a alumnos plurilingües en las comarcas del sur de Nafarroa y que las inversiones realizadas por los propios centros han supuesto un ahorro importante a las arcas del Gobierno navarro.

Actualmente, estas seis ikastolas escolarizan a 1.115 alumnos. La Ley del Vascuence, que establece como «no vascófonas» las comarcas del sur de Nafarroa, impide que la enseñanza en euskara pueda impartirse en la red pública. Por ello, las ikastolas son la única oferta posible.

Asimismo, Mariñelarena destacó que el cierre de estos centros supondría una pérdida de 105 puestos de trabajo.