Maite SOROA | msoroa@gara.net
¿Dimitir? ¿Por qué?
El escándalo de Caja Navarra ha adquirido unas dimensiones inimaginables cuando comenzaron a aflorar las primeras irregularidades. Sin embargo, incluso cuando la jueza que instruye el caso ha considera indispensable que la presidenta de Nafarroa declare como imputada, para «Abc» lo preocupante es que «Los proetarras echan el resto contra Barcina», por la petición de dimisión a la presidenta por parte de la oposición navarra.
En su sección `A los cuatro vientos', el diario de Vocento afirmaba: «Con independencia de que la Justicia deba aclarar el caso de las dietas dobles de Caja Navarra y establecer las responsabilidades que determine, proetarras y nacionalistas están montando una campaña de acoso a la presidenta de la Comunidad foral, Yolanda Barcina» ¿Se imaginan que en un caso similar estuviera implicado un gobierno «nacionalista» y además vasco? «Abc» echaría el resto... y la casa por la ventana. A continuación explicaba en qué consiste esa «campaña de acoso», a saber, en exigir la dimisión de Barcina «y la de todo el Ejecutivo navarro y la convocatoria inmediata de elecciones». ¿Y se imaginan que los imputados e imputadas fueran, además de «nacionalistas», de Bildu? «Abc» no exigiría su dimisión, sino su encarcelamiento inmediato y, si procediera, la guillotina. Observen cómo desviaba la atención intentando restar importancia a tan vergonzoso asunto recurriendo al comodín habitual: «Resulta un sarcasmo, y ciertamente patético, escuchar a un cabecilla de Bildu -formación que apoya a una banda terrorista- que Navarra ha de recuperar así su `dignidad democrática'». Verdaderamente patético es el tratamiento del caso de ese diario, con el que demuestra ignorar qué significa «dignidad democrática».
Tampoco en su información en páginas interiores faltaban perlas como esta: «Lo cierto es que la duda abierta por la juez ha enrarecido el ambiente político navarro, pues ayer la oposición volvió a pedir a Barcina que renuncie y adelante las elecciones». Qué malvada, la jueza, seguro que también ella es «proetarra». Aunque después admitía que si Barcina fuese imputada por el Tribunal Supremo, «se vería en la tesitura de ser fiel a sus palabras», es decir, «todo imputado por un caso de corrupción debe ser dado de baja inmediatamente del partido político y cesar en cualquier caso de responsabilidad que tenga en el partido político». ¿Y el alcalde de Iruñea y otros ya imputados por hacer lo mismo que Barcina?