«15 años y un día» es la primera película de Gracia Querejeta que no es producida por su padre Elías, que se encuentra retirado por problemas de salud. Aún así, fue la gran triunfadora en la reciente edición del Festival de Málaga, donde se llevó la Biznaga de Oro a la Mejor Película, junto con los premios a la Mejor Banda Sonora, al Mejor Guión y el de la Crítica.

Todo queda en casa, porque ha sido rodada en tierras andaluzas, en la Costa de la Luz. Hubo que ajustar costes y no se pudieron utilizar las localizaciones inglesas del guión inicial, lo que le habría permitido a la cineasta establecer una conexión con «El último viaje de Robert Rylands», que pasa por ser lo mejor de su filmografía.

Su nuevo trabajo aborda la problemática adolescente, con un chico que es enviado por su madre a casa del abuelo, un militar jubilado, para que éste le enderece. El rol materno, interpretado por Maribel Verdú, responde a una inspiración autobiográfica. Gracia Querejeta vuelca en la historia los miedos que sintió como madre de un hijo en una edad difícil de controlar.