Ya está por fin en marcha el mil y una veces pospuesto biopic sobre el cómico mexicano Mario Moreno, que se titulará, como no, «Cantinflas». El rodaje tendrá lugar este verano, pero llega rodeado de polémica. Son muchos en México los que no quieren ver a su icono nacional representado por un actor extranjero. Se resisten a entrar en razón, y eso que no existe en el mundo nadie más parecido al «pelado» que Óscar Jaenada, nacido para el papel.

El catalán recuerda que como payo que es ya fue puesto en duda por el pueblo gitano a la hora de encarnar a Camarón, pero que después de ver la película hasta los más escépticos creyeron reconocer en él a la reencarnación del mismísimo genio del flamenco. No me cabe ninguna duda de que con «Cantinflas» volverá a pasar otro tanto. El proyecto está despertando muchos equívocos, debido a que se ha alargado demasiado, pasando por distintas manos. Si bien es cierto que la película concluirá con la llegada de Cantinflas a Hollywood para intervenir en «La vuelta al mundo en 80 días», eso no significa que dicha industria haya respaldado económicamente un biopic que no interesa al mercado anglosajón.

El director de «Cantinflas» será el mexicano Sebastián del Amo, consagrado con tres premios Ariel del cine nacional por su ópera prima «El fantástico mundo de Juan Orol», donde recrea la vida y milagros del cineasta de origen gallego que engendró entre Cuba y México el género de «rumberas», pasando a la historia por su psicotrónica e inclasificable producción de 1947 «Gángsters contra charros».