Familias usuarias del nuevo instituto Iñaki Otxoa de Olza, sito en Ezkaba (Iruñea) y que acogerá también a alumnos de Antsoain, junto a representantes del profesorado y de la asociación Sortzen Ikasbatuaz, comparecieron ayer para exponer su preocupación ante la implantación de diferentes modelos lingüísticos en este centro, al estimar que la experiencia en institutos similares como los de Mendillorri y Zizur demuestra que el modelo D sale perjudicado frente a otros modelos que tienen el español como lengua principal.

«Como sabemos, el euskara está en una situación diglósica, esto es, estando en un entorno de bilingüismo no goza del estatus de privilegio del castellano. Y esto tanto a nivel de conocimiento, utilización, en la calle y también en las instituciones. Por lo tanto necesita, para su buen desarrollo, de espacios en los que el euskera sea la lengua que más se use», apuntaron.

Sin embargo, el Gobierno navarro ha decidido que el nuevo instituto, que se inaugurará el próximo curso y ante cuyas obras se celebró la rueda de prensa, sea un centro de modelos compartidos con una única dirección, en este caso con alumnado de los modelos A -español con el euskara como asignatura-, G -español sin euskara- y D -euskara como lengua vehicular-.

«Las familias de modelo D hemos transmitido al Departamento de Educación que no es la solución que más nos satisface, pero éste no ha estimado nuestras propuestas», lamentaron. «Teniendo en cuenta las experiencias de otros institutos de modelos compartidos, como Mendillorri, Zizur o nuestra escuela Ezkaba hasta hace pocos años, podemos asegurar que no es lo mejor para desarrollar nuestro proyecto educativo, basado fundamentalmente en el fomento de nuestra cultura y el euskara».

«En estos centros se están dando situaciones en las que el euskara se nos aparece como claro perdedor si lo comparamos con realidades de institutos de modelo D como Eunate, que es al que hasta ahora veníamos saliendo de Ezkaba», añadieron.

Por ello, los afectados reclaman «diferenciar los órganos de decisión de cada modelo lingüístico en beneficio de la calidad de estos, designando dirección propia para cada uno».