Semifinal Manomanista
El gran salto de Mikel Urrutikoetxea
El delantero de Zaratamo busca su primera final de primera, lo que supondría la
vuelta de un pelotari vizcaino a la lucha por la txapela 31 años después.
Jon ORMAZABAL
«Para mucha gente igual sí que puede ser una sorpresa el campeonato de Mikel Urrutikoetxea, pero no para mí. Llevo dos o tres años diciendo que es uno de los pelotaris que más me gusta, he entrenado muchas veces con él y, hasta ahora, me ha ganado en todos los entrenamientos, y además me ha ganado bien. Es un pelotari que tiene dos manos muy buenas, que le da altura y hace todo perfecto para jugar al mano a mano».
La descripción de Aimar Olaizola sobre el delantero de Zaratamo podría parecer una respuesta de manual en las horas previas de una semifinal Manomanista, pero el de Goizueta sabe, mejor que nadie, el potencial de un Mikel Urrutikoetxea al que ha empleado muchas veces como sparring ante sus grandes citas. También Lemuno, pero sobre todo desde la construcción del Bizkaia de Bilbo, el pelotari vizcaino ha sido una de las últimas piedras de toque del de Goizueta –el año pasado entrenó con él antes de la final del acotado y del Manomanista– y es uno de los que mejor conoce el potencial de su hoy rival.
Sin embargo, es también el propio Aimar Olaizola el que mejor sabe que, por mucho que el recinto bilbaino vuelva a ser el escenario, nada tendrá que ver el partido de esta tarde con los entrenamientos a puerta cerrada que, en fechas similares, han protagonizado durante varios años.
El peso de la responsabilidad
Con el físico mucho más trabajado, ha cogido once kilos de músculo desde que debutara como profesional en junio de 2006, Mikel Urrutikoetxea ha dado este año ese paso adelante que muchos ya pronosticaban. Ganar a dos especialistas como Xala y Mikel Idoate no está al alcance de cualquiera, sin embargo, Urrutikoetxea se enfrenta esta tarde a su gran salto, el de medirse a su ídolo de siempre, de blanco, y hacerlo por entrar en la final del Manomanista, un hito que solo han alcanzado siete pelotaris –Eugi, Beloki, Barriola, Patxi Ruiz, Olaizola II, Martínez de Irujo y Xala– en lo que llevamos de siglo XXI.
Y es que, por mucho que haya superado a dos rivales durísimos, Urrutikoetxea se enfrenta esta tarde a mucho más que al vigente campeón de la especialidad, con todo lo que eso conlleva. Al margen de su txapela de Promoción –ganó el acotado de 2009– se enfrenta a su partido más importante, su primera semifinal de primera y todo ello pasa su factura.
Pero es que además tendrá que soportar el peso de la historia, como hace pocos meses tuvo que hacerlo su amigo y confidente Pablo Berasaluze. Al abrigo del majestuoso nuevo frontón de Bilbo, la mano vizcaina parece estar pasando por un resurgir y Urrutikoetxea será el primer pelotari del herrialde que disputa una semifinal en 11 años. Imanol Agirre, que cayó ante Barriola, fue el último en 2002 y para dar con el último finalista habría que echar otros 20 años hacia atrás, para encontrar a Roberto García Ariño, que fue derrotado por Julián Retegi por 22-9 en Anoeta.
