Raimundo Fitero
Idiotas
Digamos que no aporta mucho al género, simplemente que Flo controla, produce, está en todos los sectores del mismo y demuestra que es un magnífico comunicador, que sigue teniendo un arte muy especial para las imitaciones de voces, que probablemente los momentos más interesantes del programa es cuando él dobla escenas de películas o de series, o de noticias, pero tiene ese aire desintoxicador, no se coloca en una actitud mesiánica, sino que buscan el lado curioso y divertido de lo que sucede, o lo que se inventan.
Dos cosas de su actual composición nos gustan: la participación de los ciudadanos en las calles no es para reírse de ellos, sino para disfrutar de y con ellos con complicidad. Llevan una serie de entregas en las que uno de los reporteros se coloca en parques públicos y se relaciona con mujeres mayores que se entregan al juego, se manifiestan en libertad y hacen el burro delante de la cámara con afición. Es un detalle importante, la iniciativa es de ellas, se muestran tal como les parece, no están forzadas a hacer cosas raras y no son cazadas en cámaras ocultas o situaciones no deseadas.
La otra es el nombre de su tertulia, que se llama «La mesa de los idiotas». Acostumbran a ser cómicos, actores, invitados o colaboradores y tratan los asuntos del día del ámbito político o social desde el prisma del humor. Y desde luego son bastante menos idiotas, por lo general, que los que van de especialistas, asesores o portavoces teledirigidos en otras mesas.
Los resultados de audiencia rozan lo inviable, les han cambiado de horario ya dos veces y van detrás de «Jugones», una sección deportiva fanática del madridismo más cutre que provoca pérdida de telespectadores terrible en relación al informativo.