El Gobierno de Mali y el MNLA tuareg dialogan en plena crisis en torno a Kidal
GARA |
Bajo los auspicios del Gobierno de Burkina Fasso, delegaciones del Gobierno de Mali y del pueblo tuareg se reunieron ayer para negociar una solución para la celebración de las elecciones presidenciales en todo el territorio, incluido Azawad.
Dos días antes, el Ejército de Mali expulsó a los tuaregs del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) de la localidad de Anefis, 100 kilómetros al sur de Kidal, feudo del independentismo tuareg en Azawad.
La delegación maliense estaba presidida por el antiguo ministro Tiebilé Dramé, consejero especial del presidente interino Dioncunda Traoré para «el norte de Mali. Por parte rebelde asistieron el MNLA y el Alto Consejo para la Unidad de Azawad, también tuareg.
El presidente Traoré negó que su ofensiva militar suponga «una escalada en la confrontación». Tras mostrar su esperanza en «un acuerdo», el presidente ilegítimo -nombrado tras un golpe militar- mostró sus cartas al señalar que las amenazas de Bamako a los tuareg «contribuirán a convencer al MNLA de la necesidad de negociar».
La jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, se declaró «preocupada» por la ofensiva militar y pidió moderación para no comprometer el diálogo político en el país. Calificó el diálogo de «prometedor» pero siempre que los tuaregs reconozcan la integridad territorial de Mali.
Derechos Humanos
Amnistía Internacional denunció violaciones de los derechos humanos a manos de las fuerzas de seguridad de Mali desde que el Ejército francés inició su intervención hace cinco meses. Incluyen ejecuciones y torturas en una prisión de Bamako. AI denuncia asimismo secuestros y ejecuciones arbitrarias a manos del grupo yihadista Mujao.
La oganización HRW hizo suya esta denuncia pero la hizo extensible al MNLA, al que acusa de detenciones arbitrarias y de golpear a detenidos.