«El fútbol que vale es el que uno guarda en el recuerdo».

(Roberto Fontanarrosa)

A lo loco se vivía mejor, debe de pensar desde ayer buena parte de la masa social rojiblanca y todos aquellos que entonaron el emotivo y unánime «¡Bielsa quédate!» en el epílogo de la despedida de San Mamés hace apenas tres días. El técnico de Rosario es ya historia en el Athletic. Historia con mayúsculas, eso sí. El presidente que hace dos años ganó las elecciones a la presidencia del Athletic con Marcelo Bielsa como abanderado, ha decidido con el apoyo unánime de su junta directiva y de otros estamentos del club que no incluye a los jugadores, que «por el interés del Athletic», el entrenador argentino no debe seguir en Bilbo.

La noche del jueves, el máximo órgano de la entidad rojiblanca decidió «por unanimidad» no ofrecer la renovación de Bielsa, acuerdo que le trasladó ayer a mediodía, sin que el lekeitiarra quisiera revelar en qué términos se desenvolvió ese crucial encuentro: «Mis conversaciones con Bielsa son mis conversaciones con Bielsa», zanjó, en una de esas frases que a uno le acompañan para siempre. Si el técnico se despedirá en alguna comparecencia ante la prensa, dijo desconocerlo.

Lo que no consiguió trasladar Josu Urrutia en su rueda de prensa convocada de urgencia por la tarde, son las razones por las que no se ofrece al rosarino la continuidad. «No querría entrar, no querría priorizar unas sobre otras, era el momento de decidirlo. Ha sido un cúmulo de cuestiones deportivas e institucionales», respondió a las insistencias. ¿Ha pesado la polémica sobre las obras de Lezama?, fue interpelado: «Pues no lo sé», se quitó de encima la delicada cuestión. Sí argumentó que el vestuario no ha sido consultado porque «ellos se tienen que dedicar a jugar y aceptar los cambios» -cosa cuestionable, a no ser que se quieran desviar posibles críticas hacia la plantilla- y sorpresivamente argumentó que también han tenido en cuenta el apoyo masivo de la afición a la continuidad del técnico, al tiempo que animó, a partir de ahora, a «remar en la misma dirección». ¿Que quiénes son esos estamentos del club que han tomado la decisión además de la junta? «Gente de responsabilidad ejecutiva, deportiva, médica y otras personas en la institución que tienen una visión a la que yo le doy autoridad y también las hemos escuchado», dejó las cosas igual.

Josu Urrutia no pudo sino asumir que «es justo reconocer el trabajo de estos dos años de trabajo, dedicación» de Bielsa, «ha tenido una aportación importante y positiva en estos dos años», fueron todos los halagos. «Pero entendemos que un cambio puede ser mejor por el bien de los intereses del club», dijo.

Ahora comienza la búsqueda, trató de convencer, apostando por un técnico del mismo estilo, en lo deportivo que apueste por el protagonismo y que conozca bien la casa. Blanco y en botella, Ernesto Valverde. Y aquí paz y después gloria. Agur Loco, ongi etorri Txingurri.