ALERTA POR INUNDACIONES EN EUSKAL HERRIA
Otra crecida del Arga enciende las alarmas en Iruñerria
Las lluvias caídas en la zona pirenaica durante la jornada del sábado y la madrugada de ayer fueron las que provocaron que el Arga se desbordara de nuevo en Iruñerria. La anterior avenida de similares características se registró el pasado 15 de enero. El barrio de Arrotxapea, en Iruñea, y las calles ribereñas de Atarrabia, Burlata y Uharte fueron las más afectadas: decenas de vecinos tuvieron que ser desalojados mientras el agua anegaba los bajos de muchos inmuebles.
GARA | IRUÑEA
Las intensas lluvias caídas en apenas 24 horas en gran parte de Euskal Herria provocaron que, paulatinamente, el nivel de las aguas de los ríos más caudalosos fuera subiendo durante la madrugada del sábado al domingo, provocando la alerta, especialmente, en las zonas ribereñas del Arga en Iruñerria, donde volvieron a desaparecer los límites habituales de los meandros que rodean por el norte la capital navarra.
La altura y el caudal del Arga llegó a superar en Iruñea los máximos de la importante crecida que se registró el pasado 15 de enero. Hacia las 13.00, se registró un máximo de crecida próximo a los 550 metros cúbicos por segundo, que es el mayor caudal desde que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) dispone de registros en la ciudad.
En esta ocasión, la riada llegó más allá de las huertas y campas, incidiendo también en varias zonas urbanizadas. Por ello, según recogió la agencia Efe, a partir del mediodía 25 personas tuvieron que ser evacuadas de sus viviendas en lanchas neumáticas -sin que ninguna de ellas se encontrase en situación de riesgo- por los servicios de socorro en una operación preventiva coordinada por la Agencia Navarra de Emergencias, en su mayoría en la urbanización Martiket de Uharte y en edificios próximos al río en Atarrabia. También un hombre que se había subido al techo de un vehículo agrícola y que estaba rodeado por el agua cerca del cementerio de Atarrabia fue rescatado por un helicóptero del Gobierno de Nafarroa.
En Iruñea, el barrio de Arrotxapea ha sido una de las zonas «más perjudicadas» y se encontraba en una situación «francamente mala» con garajes y portales inundados en distintas calles, tal como indicaron fuentes municipales a Europa Press. En concreto, las calles Río Arga y Errotazar fueron cortadas al tráfico. El aparcamiento disuasorio de los corralillos del Gas también resultó anegado y el agua comenzó a entrar en los garajes de las viviendas de las calles Bernardino Tirapu, Río Arga y otras aledañas.
Escobas en mano, vecinas y vecinos permanecieron durante gran parte del día achicando agua y barro de bajeras, garajes y algunas viviendas.
A través del teléfono móvil
A las 9.30 de la mañana, el Ayuntamiento de Iruñea envió cerca de 2.000 SMS a quienes están suscritos al sistema de alerta por inundaciones, instándoles a retirar sus vehículos de los aledaños del cauce del Arga.
A esa hora el río ya se había desbordado en la zona de la Magdalena y se cortaba al tráfico el Camino de Catarroso, el Camino de Burlada y el vial de acceso a las instalaciones del Club Natación. También se avisó a los responsables de las obras que se llevan a cabo en el meandro de Arantzadi para que procedieran a la retirada de la maquinaria.
Sobre las 11.30, la Policía Municipal realizó avisos a través de megafonía, portal a portal, para proceder a la retirada de vehículos en la vía pública. Mientras, el servicio de grúa municipal se triplicó para tratar de atender la mayor parte de las incidencias surgidas.
El hecho de que esta crecida se produjera en pleno fin de semana supuso que no hubiera colapsos de tráfico y que los servicios de emergencia pudieran desarrollar su labor de forma más ordenada.
El alcalde Enrique Maya realizó por la mañana una visita de inspección a las principales zonas afectadas. Y lo hizo con un amplio séquito de responsables municipales como el concejal de Seguridad Ciudadana, Ignacio Polo, el concejal de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, Juan José Echeverría, el director de Seguridad Ciudadana, Alberto Margallo, y el jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría.
Se mantiene la precaución
Aunque a media tarde iba descendiendo el nivel del cauce del Arga a su paso por Iruñerria, el Ayuntamiento de la capital decidió mantener el nivel de alerta, mientras se preparaba para acometer los trabajos necesarios para volver a la normalidad.
También se prevé que pueda haber problemas durante el día de hoy en las zonas inundables de Erribera.
Entre 100 y 150 litros por metro cuadrado se acumularon en la cuenca alta del Arga; entre 50 y 150 en las cabeceras del Irati y del Aragón. En Iruñea «apenas» fueron 60 litros, mientras que en Biarritz llegaron a 106 en 24 horas; 80 en Sara y 85 en Sokoa.
Las previsiones meteorológicas indicaban que hoy no habrá precipitaciones relevantes en el conjunto del país y que la estabilidad marcará las próximas jornadas.
El caudal medio del Arga en Etxauri alcanzó los 905 metros cúbicos por segundo y se esperaba que el caudal siguiera subiendo. También se preveía que en Funes pudiera superar los 1.000 metros cúbicos por segundo durante la madrugada.
La situación también fue de alerta en buena parte de Lapurdi hasta primera hora de la tarde, cuando las aguas comenzaron a volver a sus cauces. A primera hora de la mañana, incluso en Baiona se había alertado al vecindario de las riberas del Aturri y el Errobi para que movieran sus vehículos, especialmente los estacionados en garajes subterráneos, al igual que en la vecina Hiriburu. En la aglomeración del BAB se registraron hasta 70 intervenciones de los servicios de socorro. En el interior, se registraron inundaciones, sobre todo de huertas y de tramos de carreteras en Senpere -donde el agua llegó a entrar en la iglesia y en algunos comercios-, en Ezpeleta, Azkaine, Uztaritze y Larresoro.
En Gipuzkoa, al alba, la preocupación se centró en el cauce del Oiartzun, aunque la vigilancia también se extremó sobre el Urumea, Oria y Deba. Los deslizamientos de tierra provocaron el corte de la N-634 cerca de Getaria; de la GI-3440, entre Lezo y Hondarribia; y la GI-3750, entre Azkoitia y el alto de Elosua. En Beasain, hacia las tres y media de la tarde, fue desalojado un bloque de seis viviendas debido a un corrimiento de tierras en una ladera cercana.
En Araba, hubo grandes balsas de agua en Asparrena, Donemiliaga y Araia.
GARA