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«No saben cómo frenar los deslizamientos en Yesa»

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Iker Aramendia
Portavoz de Yesa + No

Vecinos de Zangoza y de los pueblos cercanos se manifestarán mañana, a partir de las 18.00, para denunciar la actitud de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que continúa con el proyecto de recrecimiento del embalse de Esa a pesar de los deslizamientos. Las poblaciones aguas abajo de la presa se sienten ignoradas y recuerdan que en febrero se desalojaron 70 viviendas.

Martxelo DÍAZ | ZANGOZA

Además de la manifestación de mañana (Prau, 18.00), Zangoza acogerá una jornada de debate sobre las alternativas al recrecimiento de Esa. El objetivo es volver a remarcar que el proyecto de la CHE, además de inseguro, tampoco tiene ninguna justificación económica.

Los deslizamientos han tenido un gran eco mediático en las últimas semanas, pero Yesa + No lleva años advirtiendo de la peligrosidad del embalse.

Nuestra asociación lleva denunciando el riesgo potencial que tienen las laderas de Yesa desde 2007 y la Asociación Río Aragón desde hace prácticamente 20 años. Lo mismo que el geólogo y profesor Antonio Casas dijo en las Cortes de Aragón el 21 de mayo lo ha repetido muchas veces, quizás no con tanto énfasis. Esta vez ha tenido una repercusión mediática mucho más fuerte. A esto hay que añadirle que en febrero fueron desalojadas 70 viviendas en una ladera sobre la que se apoya la presa. En estos momentos tenemos una situación en la que se mezclan el peligro, el revuelo mediático y la gente en la calle. Esto no puede ser, la gente está harta.

Yesa + No destaca que el comienzo de las obras del recrecimiento, una obra que no se justifica económicamente, ha sido determinante para que se agrave el problema de los deslizamientos.

El objetivo del proyecto inicial de recrecimiento, que era mayor que el que ahora quieren hacer, estaba directamente ligado al Plan Hidrológico Nacional y al trasvase del Ebro. Eso parece que se ha quedado apartado y la obra no tiene ningún sentido. Ahora lo que buscan es poner una excusa detrás de otra para intentar conseguir un apoyo social a este recrecimiento. Ahora dicen que es el recrecimiento lo que solucionará los problemas de deslizamiento. Eso es cómico, porque este proyecto no ha sido concebido para sujetar nada. Es el monte el que sujeta la presa, y no al revés. Lo que sí está claro es que las palabras de René Petit, el ingeniero de la presa actual, cobran hoy todo su sentido. Dijo que le daría mucho miedo que se tocara nada, no por el tema de la ingeniería sino por la geología. Decía que podía haber problemas y eso está ocurriendo. Desde que empezaron las obras en 2001 no ha habido más que problemas. Se está viendo que «cosa que tocan, cosa que se cae». Tienen que gastar un dineral en tapar su propio desastre. Y así pasan los años y se van los millones. Y aumenta el peligro.

La sensación que da es que no saben qué hacer. Meten dinero y cemento pero el problema de los deslizamientos persiste.

El deslizamiento no se frena porque es de un tamaño enorme. El último registrado en la ladera derecha tiene medio kilómetro de ancho por medio kilómetro de largo y 50 o 60 metros de profundidad. Es un volumen tremendo. No se sabe muy bien qué tipo de perfil geológico hay debajo, por lo que solucionar eso son palabras mayores. Ni siquiera con las obras que han estado haciendo estos dos meses, siete días a la semana y 24 horas al día, han conseguido frenarlo. En los últimos datos que hemos logrado se ve que el proceso de frenado de la ladera no ha tenido que ver directamente con esas obras que han estado llevando a cabo. Se gastaron 17 millones de euros en bulonar la pared y lo único que hicieron fue destrozar la poca estabilidad que tenía esa ladera. Ahora se van a gastar otros diez millones por encima, con una utilidad muy dudosa. Cosa que tocan, cosa que tiran y venga a gastar dinero para regocijo de las empresas contratadas.

Todo ello en una época de recortes y en unas comarcas que, tanto en Nafarroa como en Aragón, han sido abandonadas por sus respectivos gobiernos en lo que hace referencia a infraestructuras básicas.

Para esto parece que siempre hay dinero. Hace un mes, el Ministerio de Medio Ambiente dijo que tiene previstos otros 30 millones para darle un empujoncillo a estas obras. Y pondrán otros 30, otros 100 y otros 200. Así hasta el infinito. Se han gastado unos 120 millones de euros y el presupuesto a día de hoy son 376,5 millones. Por lo visto, lo que han terminado es el 20% de la obra. La presa está sin empezar, han hecho el canal de desagüe y han cubierto el Canal de Bardenas. Y poco más. En las laderas es donde han tenido que gastar. No han podido avanzar. Hacen una pista y se les cae; hacen un vertedero y se les cae.

Lamentablemente, parece que la historia de Itoitz se repite. Hubo denuncias de inseguridad por parte del propio Casas y su viabilidad económica fue puesta en cuestión, tal y como posteriormente se confirmó.

Sí, parece que se repite la historia, lo que no infunde mucho optimismo. Pero sí que es cierto que gracias a todo el movimiento que ha habido en torno a Itoitz, ahora tenemos más datos y se tiene más conciencia del problema. Creemos que esto se puede parar gracias al trabajo que hizo la Coordinadora de Itoiz y la sociedad navarra. Todas las luchas dejan un poso y tienen una parte positiva. Lo más triste de todo es que mucha gente que en tiempos apoyaba la presa de Itoitz ahora está dando la razón a los opositores, como un exalcalde de Aoiz. Habrá que ir a preguntar a las zonas de regantes hipotéticos de Tierra Estella, que ni lo son ni quieren serlo. Se han ventilado las arcas públicas para que en Iruñea tengan que pagar todos los años un canon de un millón de euros para tener la posibilidad de gastar agua de Itoitz, cuando lo único que hacen es usar cantidades irrisorias para que no se oxiden las tuberías. En el caso de que se recreciera Yesa, habría que ampliar el canal y hacer embalses laterales. Tendrían que poner en práctica las mismas alternativas que proponemos nosotros.

A Antonio Casas también se le llamó alarmista y que era de los que se oponía a todo cuando alertó de la sismicidad inducida en Itoitz. Con el paso del tiempo, se ha comprobado que decía la verdad. Los sismos que ha habido en el entorno del embalse de Itoitz y en el mismo vaso se multiplicaron de una forma impresionante. Hay gráficos que demuestran que la actividad está concentradísima en el vaso del embalse de Itoitz desde que se llenó la presa. Y la ladera izquierda del embalse de Itoitz se sigue deslizando. Poco, pero se sigue deslizando. Como decía el profesor Arturo Rebollo, el flysch se desliza lenta, pero implacablemente.

 

despilfarro

«Para esto parece que siempre hay dinero. Van a gastar 30 millones para dar un empujoncillo a la obra. Y luego otros 30, y otros 200...»

casas e itoitz

«También llamaron alarmista a Antonio Casas cuando habló de sismicidad inducida en Itoitz. Luego se ha demostrado que ha habido terremotos»

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