Maite SORoa | msoroa@gara.net
Agur Oreja, agur...
Dentro de apenas un año van a celebrarse elecciones al Parlamento Europeo, y aunque a las lectoras y lectores intuyo que no les causa gran entusiasmo, hay quien se juega las lentejas en el envite. Por ejemplo, el inefable Jaime Mayor Oreja, paladín del sector más ultra del PP, una especie de Lanzarote del rey Aznar, y piedra en el zapato de Rajoy. Y como resulta que el gallego decide quién encabezará las listas de su partido, pues el inventor de la «tregua trampa» no las tiene todas consigo. Lo cuenta Ricardo Rodríguez en «Elsemanaldigital», donde se pregunta «¿Continuará Jaime Mayor Oreja? ¿No lo hará? Y, si se cae de la candidatura, ¿quién será su sustituto? ¿Le tocará a Miguel Arias Cañete asumir el reto?», y luego revela que «todos los sondeos, incluidos los elaborados dentro de las maquinarias de los partidos, confirman a escala europea un ineludible retroceso del bloque PP-PSOE (...) Unas y otras siglas lo tendrán complicado. El primer interesado en conocer la decisión de Rajoy es, lógicamente, Mayor Oreja que traga saliva y evita entrar al trapo de rumores y quinielas». Vaya, así que el exministro de la porra está que no le entra la camisa en el cuerpo. Qué cosas. Y es que «el todavía portavoz popular en Bruselas ignora su futuro. Y él mismo lo admite sin ambages ante su entorno». Lo ignora, además, porque su jefe -por mucho que le escueza- no le hace ningún caso y porque hay quien no lo quiere ver ni en pintura. Vean si no: «los deseosos de ponerle la proa al ex ministro del Interior daban por hecho su despedida de las listas. Entre bajas por motivos médicos, apatía por la vida del partido y un alejamiento de la línea oficial, Jaime Mayor Oreja ha aparecido distante de la cúpula del PP». Como no se hace de querer, no le ajuntan los que antes le reían las gracias.
Total, que según cuenta Rodríguez , el donostiarra ya se da por finiquitado en su partido: «un servidor ha tenido la reciente oportunidad de oír a Mayor Oreja hablar de la necesidad de elaborar la próxima lista de manera que sus integrantes formen un equipo político cohesionado. Y, quizá fue un simple lapsus o una traición del subconsciente, pero pareció darse por enterrado y amortizado al hablar de sí mismo en pasado». Que Mayor Oreja es el pasado lo sabemos por estas tierras desde hace mucho tiempo. Bien está que al fin se haya dado cuenta. Agur Oreja, agur.