Las incidencias por falsos avisos de alarma registradas por la Unidad de Seguridad Privada de la Ertzaintza durante 2012 ascendieron a un total de 6.015, casi la mitad de los contabilizados el año anterior. Según informó Lakua, la entrada en vigor en 2011 de una nueva reglamentación, más exigente con las empresas del sector de seguridad, y el esfuerzo que desde la USP se viene realizando en los últimos años para lograr el estricto cumplimiento de lo dictado por la normativa, han posibilitado esta mejora.

Al parecer, los cambios y las exigencias introducidas en la nueva Orden Ministerial, que entró en vigor en 2011, sobre el funcionamiento de los sistemas de alarmas en el ámbito de la seguridad privada han contribuido a este descenso, ya que la aplicación de la norma ha obligado a las empresas de seguridad a mejorar la calidad e integridad de los sistemas que instalan y a la verificación de las alarmas antes de alertar a la Ertzaintza de su activación.

Así, cuando un sistema de alarma se pone en funcionamiento de manera injustificada -falsa alarma- dos veces a lo largo de un mes, la Ertzaintza exige al propietario del sistema que proceda a su reparación en un plazo no superior a los quince días. En el caso de que no se lleven a cabo los trabajos necesarios para subsanar la avería, desde la Unidad se procede a ordenar la desconexión del sistema defectuoso.

Menos requerimientos

Durante el año pasado, la USP emitió 235 requerimientos de subsanación por falsas alarmas, 41 órdenes de desconexión. En ambos aspectos se ha notado un descenso de la actividad llevada a cabo por la unidad respecto de 2011, cuando se emitieron 654 ordenes de subsanación y se desconectaron 135 alarmas.

Si se compara con el año 2010, en el que se actuaba bajo la normativa anterior, se ve que las cifras estaban muy por encima de las acutales. Ese año la USP llegó a dictar 1.240 órdenes de subsanación y a ordenar la desconexión de 225 alarmas.