SEGUNDA B | Play-off de ascenso
A solo dos pasos del sueño
Tras imponerse en el Tartiere, el Eibar repitió victoria frente al Oviedo en un Ipurua abarrotado. Los asturianos no cejaron en su intento de remontada, pero chocaron con un anfitrión que no se limitó a defender y acabó imponiéndose con justicia.
EIBAR 1
OVIEDO 0
Amaia U. LASAGABASTER
El Eibar ya acaricia su sueño con la punta de los dedos. Solo dos pasos, 180 minutos, le separan del regreso a Segunda A por el que viene peleando a conciencia en las cuatro últimas temporadas. Apenas tres horas para alcanzar la línea de meta, aunque serán las más duras de estos largos diez meses.
Pero también lo serán para su rival -que podría conocerse hoy mismo, sin necesidad de sorteo, a expensas de los resultados-, como pueden constatar Alcoyano y, sobre todo, Oviedo. Los alicantinos, al menos, rozaron la clasificación en la primera ronda, que el equipo guipuzcoano no pudo solventar hasta el ultimísimo suspiro. El Oviedo, por el contrario, casi nunca la tuvo al alcance. Apenas los cuarenta minutos que, la semana pasada, transcurrieron desde que Aitor Sanz adelantó a los suyos en el Tartiere hasta que David Mainz inició la remontada armera. En ese momento comenzó a escribirse otra historia, de color claramente azulgrana, a la que solo le faltaba el final feliz.
Llegó ayer. En un Ipurua al que le faltó muy poquito para el lleno y que realizó un ensayo general del gran día que espera protagonizar en breve. Como lo hicieron sus jugadores, fieles ejecutores del guión avanzado por su entrenador. No quería acomodarse en la ventaja Gaizka Garitano y sí pelear por una nueva victoria. Cumplieron, como suelen, sus hombres y lo lamentó el Oviedo.
El empuje, obligado, de los asturianos, se encontró desde el pitido inicial con una respuesta igualmente vigorosa. Tanto que en cinco minutos el Eibar ya añadía a sus estadísticas un par de córners y un remate al larguero. Mejor para el espectador, sobre todo el imparcial, que pudo disfrutar con un choque igualado entre dos equipos en busca del gol. Aunque, con el comfort que ofrecía el resultado de la ida, también la parroquia azulgrana pudo disfrutar del partido sin la necesidad de mirar al reloj cada cinco minutos. Incluso podría haberse permitido el lujo de gruñir con algún error de su equipo.
Aunque para eso los tendría que haber cometido y no fue el caso. Doble beneficio el de esta eliminatoria, que no solo coloca al Eibar en la ronda definitiva, sino que además se convierte en un nuevo ejercicio de convencimiento. Si ante el Alcoyano comprobaron los azulgranas que la fe mueve montañas incluso cuando el depósito está en reserva, frente al Oviedo se han demostrado que son un gran equipo, capaz de hacer frente a estadios repletos, a clubes con talonario o a jugadores de largo recorrido a sus espaldas.
Con esfuerzo máximo, claro, porque ayer tuvieron que pelear en cada milímetro del césped para que el partido llegara al descanso con el marcador a cero, sin grandes sobresaltos y con la moral del rival un tanto minada. Derroteros en los que también se movió la segunda parte que, además, se fue decantando del lado local conforme transcurrieron los minutos. Como una semana antes, los cambios volvieron a resultar decisivos. La entrada de Mainz y Diego Jiménez revitalizó el ataque eibarrés y la guinda -después de otro balón a la madera, este a cabezazo de Yuri- llegó. Fue Guille Roldán el que dio nombre al triunfo rematando una asistencia de Arruabarrena a diez minutos del final.
La duda que pudiera quedar desapareció y a Ipurua le tocó celebrarlo y empezar a pensar en el último escollo antes del regreso a Segunda A.
Otros dos equipos vascos se sumaron al éxito del Eibar, aunque en este caso en el play-off de ascenso a Segunda B. Laudio y Arenas hicieron buena la renta de la ida y estarán en la tercera ronda, cosa que no podrá hacer el San Juan.
Alavés y Bilbao Athletic toman hoy el testigo del Eibar. Los albiazules con la intención de poner la guinda a una gran temporada proclamándose campeones de Segunda B, objetivo que tienen claramente encarrilado. Y los rojiblancos con el deseo de prolongar la campaña un par de semanas más.
Los hombres de Natxo González -que recupera a Juanje, ya de vuelta, y dejó en Gasteiz a Beobide, Miki y Javi Hernández- intentarán hacer bueno en el Heliodoro Rodríguez López el 2-0 de la ida, aunque son conscientes de que se encontrarán un Tenerife «más poderoso que el de hace una semana. Nos pondrán las cosas difíciles», augura el técnico albiazul.
Tampoco las espera fáciles José Ángel Ziganda, cuyo equipo debe rentabilizar la ajustada victoria de la semana pasada (2-1) en la encerrona de Manises, que se llenará hasta la bandera. «Será un partido muy igualado y competido que, probablemente, no se resolverá hasta los últimos minutos», adelanta el técnico rojiblanco, que recupera a Jonxa y Bustinza para la cita y que reconoce que los cachorros deben ser «inteligentes y no jugar un fútbol tan combinativo como habitualmente, adaptarnos al terreno de juego y evitar pérdidas tontas de balón». A.U.L.