Un total de 39 pueblos afectados por el proyecto de línea de alta tensión entre Deikaztelu, en Nafarroa, e Itsaso, en Gipuzkoa, celebraron ayer una consulta popular con la que se posicionan al respecto, una iniciativa que se desarrolló con una «asistencia fluida» que evidencia el «interés» suscitado, según señalaron a Efe los organizadores.

Los resultados se darán a conocer hoy en una comparecencia en Iruñea.

Para garantizar la transparencia del proceso de votación se creó una Comisión de Seguimiento compuesta por más de 50 personas que dieron fe tanto del desarrollo de la votación como del recuento posterior. Además, fiscalizaron todas las actas donde se recogieron los datos de los votantes.

Los vecinos tomaron con esta iniciativa así el relevo de los 216 ayuntamientos y concejos que han aprobado mociones pidiendo la retirada del proyecto de alta tensión, así como de las 500 personas de amplia trayectoria pública en sus diferentes ámbitos de trabajo que suscribieron una declaración en Altsasu.

Los contrarios a este proyecto tan cuestionado recalcan que se trata de un proyecto «innecesario, excepto para aumentar los beneficios ya cuantiosos de la empresa promotora y de las multinacionales que nos están llevando a otra nueva burbuja».