Tras el fuerte enfrentamiento mantenido hace dos meses con Estados Unidos a raíz de unas maniobras militares conjuntas con Corea del Sur y las sanciones impuestas por la ONU por sus pruebas nucleares, ayer Pyongyang propuso a Washington el inicio de conversaciones de alto nivel para discutir sobre los programas de armamento nuclear y aliviar la tensión en la península coreana.

Según el comunicado difundido por la agencia de noticias norcoreana KCNA, el Gobierno desea mantener «serias discusiones sobre un gran número de temas, incluido el objetivo de EEUU de alcanzar un mundo sin arsenal nuclear». Por ello, urgió a Washington a fijar la hora y el lugar de las conversaciones, aunque advirtió de que mantendrán su «estatus de potencia nuclear hasta que las amenazas nucleares del exterior se acaben completamente». «La situación ahora depende de las elecciones que EEUU haga», remarcó.

Desde la Casa Blanca, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden, aseguró que siempre han estado «a favor del diálogo. De hecho, tenemos líneas abiertas con el país, pero juzgaremos a Corea del Norte por sus acciones y no por sus palabras».