El Barcelona, imponiéndose por 73-62, forzaba el desempate ante un Real Madrid que desperdiciaba su primer match ball para llevarse la Liga ACB Endesa 2012/13. El bando culé aguantó la presión de verse entre la espada y la pared a base de coraje, llevando la iniciativa en el luminoso desde el arranque, y con los interiores Tomic y Mavrokefalidis -y buenos minutos de Lorbek y el joven Todorovic- dando un paso adelante. En el Real Madrid, Darden fue el único capaz de secundar mínimamente a Reyes, mientras que los Llull, Rodríguez y Rudy Fernández naufragaban cuando más se les necesitaba.

Pero esta victoria tampoco le salió gratis al Barcelona. Navarro, cuyo físico ya es más que precario, no jugó durante largo rato, aquejado de un tirón en los isquiotibiales. A eso toca sumarle las bajas por lesión de Mickeal -retirado ya- y Jawai, amén de las molestias de Wallace y que ni Jasikevicius ni Lorbek parecen para alardes. Habrá que ver si el desempate del miércoles merece tanto sufrimiento, porque los de Xavi Pascual están afrontando este final de campaña como un vía crucis. Al menos han llegado al Gólgota.

Una ventaja clave

Ante Tomic, comparado hace unos años con el Pau Gasol de la etapa del Barça -comparación peregrina donde las haya, cuando el de Sant Boi en Europa jugaba de alero y el croata es pívot puro-, estaba siendo el blanco de las críticas por sus malos partidos de esta final. Pero ayer se reivindicó frente a todos.

Logró 14 de sus 18 puntos en el primer cuarto, y dio un golpe en la mesa a la postre crucial: 23-17 al final del primer cuarto -a pesar del mate de Darden superando a Ingles-, una desventaja que resultaría pesadísima de remontar para los de Laso.

En el cuadro merengue Rudy Fernández empezaba de maravilla, pero en cuanto erró su primer triple -el balear lleva una serie de 0 de 16 en esta final-, se diluyó, mientras que Llull se olvidó de quitarse las anteojeras y se mostraba incapaz de dirigir. Y ni el rebote le funcionaba al cuadro merengue -36 a 23 para el Barça-, que sobrevivía a base de tiros libres y robos. Así, el marcador estaba en un apretado 34-32 al descanso, y tras aguantar el tirón culé protagonizado por Huertas, un par de robos de Draper y Darden empataban la final a 49 en el último cuarto.

Fue entonces cuando Mavrokefalidis tomó el relevo y lideró un parcial de 9-0. El Real Madrid ensayó una zona 2-3 y hasta una mixta «caja y uno», logrando arrimarse a 63-61 -nuevo mate de Darden a la contra-.

Pero el Barça había decidido que ganaría, y sudó en defensa y anotó sus tiros libres por encima del cansancio, ya que llegaban tras rebotes en ataque. El Real Madrid, vencido con sus armas, perdió los papeles en el caso de Rudy Fernández.

De una forma u otra, el vía crucis acabará el miércoles.