HURACÁN 2

BILBAO ATHLETIC 1

Siempre es dolorosa la derrota, pero hay ocasiones en las que se produce de forma especialmente cruel. No hay adjetivo más acertado para la eliminación del Bilbao Athletic, cuya aventura en el play-off acabó ayer en Manises. En la tanda de penaltis con Magunazelaia tocado y después de que el Huracán, eliminado un minuto antes, forzase la prórroga en el 90.

Antes de que se desencadenase toda esa serie de acontecimientos definitivos, el partido había arrancado con el respeto mutuo por bandera. Muy pocas aproximaciones de peligro, con las defensas mandando sobre los ataques y, además, con las imprecisiones como nota reiterada en la medular. Hubo que esperar prácticamente media hora para que llegase la primera ocasión digna de mención, un remate de Fabiani que se perdió por encima del larguero. Apenas cinco minutos más tarde, el espigado ariete blanquirrojo repetía, pero esta vez estrellaba el balón en el palo.

No aguantó más el Bilbao Athletic, que despertó y empezó a moverse mejor en la medular. Con su primera combinación clara se estrenaba también su cuenta de oportunidades, con un pase en profundidad para Guillermo que Paco salvó en su salida. Así que se llegaba al descanso sin goles y con la primera mala noticia de la tarde, la lesión de Bustinza, que tuvo que ceder el testigo a Jon García.

La segunda parte comenzó con un Huracán, obligado estaba, atacante y un Bilbao Athletic que administraba bien el empate inicial, pero que también parecía correr demasiados riesgos. Y así llegó el primer gol. Un servicio de Pomares sobre Fabiani mediado este segundo acto lo controlaba el delantero local para desbordar a Magunazelaia y firmar el 1-0.

Cambio de decoración, con los cachorros ahora eliminados, y cambios también en la alineación. José Ángel Ziganda se decantó por la pólvora, dando entrada a Jonxa y Guarrotxena, mientras en el bando local se optaba por un aire más defensivo. El resultado fue que el centro del campo pasó a manos vizcainas y que el empate no tardó en llegar. Un cambio largo desde el costado izquierdo acababa en dejada con la testa de Guillermo y, desde cerca, Eraso lanzaba un trallazo al fondo de la red.

Solo faltaban siete minutos para el final y lo más difícil parecía hecho. Pero solo lo parecía. Se volcaron los locales y, en un campo de reducidas dimensiones como el de Manises, cada balón en largo de los centrales creaba peligro. Se notaban los nervios, además, en las filas rojiblancas con el premio tan cerca. La fortuna, la mala, dio entonces su primer golpe. Se cumplía el noventa cuando Carreño resolvía a bocajarro un barullo en el área, igualando el resultado de la ida y abocando el encuentro a la prórroga. Media hora extra que el cansancio, el calor, el miedo a dejar huecos atrás y el resto de factores habituales convirtieron en una ruleta rusa. Que estuvo a punto de favorecer al filial rojiblanco, pero el disparo de Saborit, culminando una contra muy bien organizada, se estrelló en la cruceta.

Llegaron los penaltis y la suerte decidió quedarse en Manises. Ni siquiera necesitó efectuar los cinco lanzamientos el cuadro valenciano después de que Jon García y Morán erraran los suyos, dejando el billete a la tercera ronda en manos del Huracán.

Eibar-L´Hospitalet

También se resolvió a penaltis la última eliminatoria, con victoria del Jaén frente al Lleida. Como se mantienen los criterios de clasificación y geográficos, no será necesario realizar hoy el sorteo. El Eibar se enfrentará en la ronda definitiva al L'Hospitalet, disputando la vuelta a domicilio. Jaén y Huracán Valencia pelearán por el otro billete a Segunda A.