El 63% del censo vota contra el proyecto de línea de alta tensión Deikaztelu-Itsaso
Un 63% del censo de 39 municipios de Gipuzkoa y Nafarroa participó en las consultas populares convocadas el domingo sobre la línea de alta tensión Deikaztelu-Itsaso. El 99,32% de los participantes votó en contra.
GARA | IRUÑEA
En la votación que tuvo lugar el domingo sobre un censo de 5.156 personas participó en torno al 63% -un total de 3.248- y de estas el 99,32% (3.228) emitieron un voto en contra, un 0,10% (cinco) a favor, un 0,12% (seis) en blanco y un 0,17% (nueve) fueron votos nulos.
Desde la Plataforma No Línea Alta Tensión-Autopista Elektrikorik Ez se valoró ayer el resultado y en ese sentido su portavoz, Alberto Frías, manifestó que «el hecho de que el 63% del censo haya participado en la votación da una idea de la preocupación que está suscitando esta cuestión en la ciudadanía». «Es imposible que se siga tramitando un proyecto contra la voluntad mayoritaria de la población», aseveró el portavoz.
El reto que se habían marcado era que al menos el 50% del censo acudiese a las urnas y la respuesta fue mayor de la esperada, un 63% -resaltó- tras lo que sostuvo que «esto hace imposible el silencio cómplice que están manteniendo las administraciones».
Fruto del trabajo local
Al mismo tiempo, valoró la labor realizada en las distintas poblaciones que permitió que «sin un gran despliegue de medios» se hubiera logrado un «alto nivel de participación».
«Esto tiene que hacer reflexionar a los partidos, en particular a los gobiernos navarro y vasco, sobre cuál es la manera en la que tratan a la ciudadanía, y si se van a poner del lado de la mayoría de la ciudadanía que clara y contundentemente ha expresado su opinión respecto a este proyecto o si prefieren seguir cómodamente sentados en las alfombras de la dirección de Iberdrola y Acciona, que son los que están detrás de este proyecto», apuntó.
Alberto Frías remarcó que estas consultas populares se suman a los 216 ayuntamientos y concejos que han aprobado mociones pidiendo la retirada del proyecto y a las 500 personalidades de amplia trayectoria pública que suscribieron la Declaración de Altsasu.
Todo ello pone de manifiesto que «aquí hay un problema no solo ambiental, de la salud o de modelo de desarrollo futuro, sino estrictamente democrático, si los proyectos se hacen a favor o en contra de la voluntad mayoritaria de la población y en nombre de qué intereses».