Con una diferencia de siete días, hemos tenido la misma suerte que no habíamos tenido hasta ahora, ya que en tantas horas de conducción nunca nos habían parado en carretera. Además, queremos pensar que todos los agentes no actúan igual, pues en caso contrario el tema ya sería grave.

Les recordaremos, en concreto a los ertzainas K57P7 y 23170 que, como agentes de la autoridad, el respeto y la cortesía son sus obligaciones deontológicas, para un buen desarrollo de su trabajo en las relaciones con los ciudadanos, en las que observarán un trato correcto y proporcionando información tan amplia como sea posible sobre las causas y la finalidad de las intervenciones.

Esto no ha sido así en ninguno de los dos casos que nos han sucedido, y pensamos que no merece ningún ciudadano ese trato.

No hay que confundir la aplicación de las normas del Reglamento General de Circulación con el abuso de autoridad. Y les pedimos por favor que utilicen el léxico y el tono verbal correcto.

Para modificar esa conducta siempre se está a tiempo, y el rectificar es de sabios.