Las amenazas al Concierto muestran que lo que hace falta es poder de decisión, soberanía real
El secretario general del PSC abrió fuego y, desde entonces, suenan tambores de guerra en el debate en torno al Concierto económico de la CAV y al Convenio económico de Nafarroa. Quienes hablan de privilegio y de una tradición trasnochada que no puede justificarse como fuente de derecho reciben la respuesta de quienes hablan de un vestigio de una soberanía más amplia arrebatada por la fuerza y que permite el encaje o acomodamiento, histórico y jurídico, de Hego Euskal Herria en el Estado español. La guerra de nervios está desatada y parece evidente que la amenaza contra ese instrumento que regula las relaciones tributarias y financieras entre el Estado y los cuatro herrialdes ha llegado para quedarse. Es el último recordatorio de un impulso de reconquista y restitución centralizadora -ley Wert, reforma de la administración local, laboral...- cada día más creciente y peligroso.
Frente a ello, la mera constatación de que una próxima reforma constitucional puede «tumbar» el Concierto y el Convenio refleja lo que este país no tiene: poder de decisión. Y que la clave, el nuevo acuerdo y el punto de partida de futuro reside ahí: es decir, en la soberanía real.