Expertos no ven en la norma internacional trabas legales que veten la independencia
El curso de verano sobre nuevos estados en Europa analizó ayer la viabilidad legal. Expertos negaron que el entramado actual proteja la integridad de los estados. El reto es conseguir el reconocimiento de terceros.
Ion TELLERIA | DONOSTIA
El curso de verano de la UPV sobre el derecho a decidir, la secesión y la creación de nuevos estados en Europa concluye hoy en Donostia. Ayer se desmontaron algunos tópicos más sobre la comunidad internacional, en este caso su legislación. La jurista Zelai Nikolas y el profesor Iñigo Urrutia concluyeron que el derecho internacional, más que ser un obstáculo, ofrece un marco por el que se podrían superar totems como la integridad territorial o la supremacía de constituciones sin legitimidad en comunidades concretas.
Presentaron un estudio sobre la independencia formal (centrada en la viabilidad legal internacional de un futuro Estado vasco) y la material (realizable desde hoy en un proceso dinámico hacia una estructura estatal). Sobre lo primero, Urrutia se centró en la experiencia de Kosovo. Tras la declaración unilateral de independencia, el Tribunal de Justicia Internacional tenía dos vías de afrontar al dilema: si Kosovo tenía derecho a realizar esa declaración o si con ella se vulneraba en algún término la legalidad internacional. Optó por la segunda y sentenció que «el derecho internacional general no contempla prohibiciones» al respecto.
Urrutia señaló que para el derecho internacional «los procesos de secesión no son ni legítimos ni ilegítimos de por sí» y que lo que importa es «el proceso legitimador». Hizo especial hincapié en este último factor, determinante a la hora de lograr el reconocimiento de terceras partes. El profesor apuntó que esa legitimidad democrática podría incluso ser considerada más relevante que la legalidad constitucional del estado-madre previo a la secesión.
«En nuestras manos»
En cuanto a la independencia material, Zelai Nikolas presentó las capacidades actuales para ejercer como Estado sin serlo oficialmente. Citó varias referencias, desde las eurorregiones a las fórmulas exploradas en las conversaciones de Loiola de 2006, que muestran que previamente a la consecución del Estado formal existen herramientas y vías por las que se pueden desarrollar dinámicas que hagan tangible una política de Estado en ámbitos concretos.
Zelai Nikolas destacó para ello la necesidad de unir voluntades y diseñar políticas compartidas a través del consenso, y en este sentido propuso llevar a gran escala iniciativas como las ikastolas o las cooperativas.
La exposición de ambos expertos situó, por tanto, la responsabilidad de un posible proceso secesionista en la propia voluntad de la ciudadanía, ya que no existen obstáculos insalvables más allá de los propios.