El Consejo de Estudiantes de la UPV-EHU estima que alrededor de 1.000 estudiantes se quedaron sin beca en el curso que está a punto de finalizar. Estos datos, precisaron, no tienen en cuenta a los alumnos que desistieron de solicitarlas por el endurecimiento de los requisitos.

El Consejo advierte de que, a pesar de empeorar la situación económica, el Gobierno autonómico quitó casi 500 becas, lo que supone cerca de un 5%. Explicaron que el Departamento de Educación que dirigía Isabel Celaá «endureció los requisitos para ahorrar», exigiendo medio punto más en máster -de 6 a 6,5 puntos- y un 10% más de créditos superados en Grado.

Por esa razón, se incrementó «notablemente» el número de solicitudes denegadas por obtener una titulación, hasta alcanzar un 45%.

En cuanto al nivel de concesión, el Consejo denuncia que los recortes están suponiendo que el número de solicitantes disminuya, «a pesar de que la economía familiar empeora». Añadieron que en este curso ha disminuido en un 10% la concesión de becas generales y se ha incrementado en un 50% el número de becas de colaboración denegadas.

Todos los recortes implementados por el Departamento de Educación de Lakua suponen, según el cálculo efectuado por el Consejo de Estudiantes de la UPV-EHU, que las familias de los universarios hayan tenido que gastar en torno a 200.000 euros adicionales. A este cantidad, según este organismo de representación del estamento estudiantil de esta universidad pública vasca, habría que sumar otros 600.000 euros del coste que tuvieron que sufragar los alumnos que vieron rechazada su solicitud de beca por no superar el número de créditos exigidos para ello.