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RECORTES EN EL SISTEMA SANITARIO

Se registran ceses de eventuales y diez despidos en Onkologikoa

 

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Oihane LARRETXEA |

Cinco enfermeras y cinco médicos han sido despedidos de Onkologikoa bajo el paraguas de un Plan de Actuación, aunque la dirección del centro lo considera «jubilaciones anticipadas». El caso es que las plazas se han eliminado y no volverán a ofertarse. Los trabajadores denuncian que ha desaparecido la eventualidad y se ha cerrado un quirófano. Otros servicios funcionan solo por la mañana.

Llevan meses reclamando la integración de Onkologikoa en la red pública sanitaria. Pero desde hace dos semanas a esta petición se le ha sumado una serie de denuncias muy concretas sobre recortes y despidos que entraron en vigor el 1 de junio. Ayer, por tercer martes consecutivo, trasladaron la protesta a la calle Garibai de Donostia, frente a las oficinas de Kutxa, al tratarse este centro sanitario de parte de su Obra Social.

Según ha podido saber GARA, de los diez despedidos tres son cirujanos. Se enmarca en el Plan de Actuación diseñado por la nueva dirección, con la delegada general, Almudena Moreno, a la cabeza. En el documento al que ha tenido acceso este diario se habla de «dimensionamiento adecuado de la plantilla» que incluye un «Plan de Jubilaciones Anticipadas Incentivadas», entre otras medidas.

Estos términos no coinciden con los empleados en la documentación enviada a los diez trabajadores, donde consta que son «despidos objetivos», en el caso de las enfermeras, y «disciplinarios» en el de los médicos.

Fuentes cercanas al centro explican que a estos diez empleados se les hizo la propuesta un jueves y se les pidió respuesta en un plazo de cuatro días. No hubo comunicación al Comité de Empresa ni negociación. Los responsables de cada servicio tampoco fueron informados.

Lo que tienen en común las personas despedidas, además de «una larga experiencia en la casa», es la edad. Todas, a excepción de una, superan los 60 años, pero subrayan que no fue una prejubilación lo que se les ofertó, sino un cese, «porque con un despido han amortizado la plaza, mientras que con un contrato relevo tienen que volver a ofrecerlas, y no lo harán», explican a GARA.

Además de las cinco enfermeras despedidas, otras cuatro se vieron en la calle una semana después de que se les cambiara su contrato eventual a un contrato de personal fijo discontinuo. «En este tipo de contratos, la empresa marca más o menos por cuánto tiempo cree la propia empresa que va a necesitar a esas personas, con un máximo de once meses».

Desde Dirección les comunicaron que tendrían trabajo «para unos cinco meses», pero al cerrarse uno de los controles de enfermería de la planta de hospitalización, la tarea ha disminuido y, en consecuencia, los puestos de trabajo también.

A partir del próximo 1 de julio también prescindirán de un celador, que cubría por las tardes una misma plaza con otro colega desde hacía cuatro años. «Estamos hablando de plazas fijas pero que son cubiertas por algún eventual. En definitiva, lo que se hace es reducirlas». En cocina, por ejemplo, cuando acaben los contratos eventuales pasarán de siete a cinco empleados. El servicio de vigilancia, aunque pertenece a una empresa ajena, se ha reducido igualmente a la mitad.

«Todo esto tiene consecuencias en la calidad y la atención a los pacientes», advierten. En lo que va de año se ha registrado 1.200.000 euros más de déficit que el año pasado.

Servicios a medio gas

Este diario pudo visitar la planta de hospitalización. Onkologikoa tiene en total 75 camas. Era hora punta, las 11.30. El registro confirmaba que había 35 pacientes. Es más, aparte de los cuartos deshabitados, hay cuatro habitaciones sin cama ni televisión. Por el momento no se han estrenado porque la ocupación nunca ha sido del 100%.

Los cuartos son amplios y luminosos, todo está limpio y ordenado, al igual que los pasillos. En los corredores había movimiento en puntos concretos, como en las consultas de Dermatología o Ginecología. Pero aseguran que la situación por las tardes es desoladora: «Este centro parece un desierto».

Las resonancias, el TAC y el quirófano funcionan solo por las mañanas, como el acelerador lineal. En cuanto a consultas de primera visita, «prácticamente no se realiza ninguna».

Este diario ha intentado recabar la opinión de la Dirección de Onkologikoa, pero desde el servicio de prensa de Kutxa informan que no se pronunciarán sobre la situación general, las protestas o los recortes.Donde quizá sí deban explicarse es en el Parlamento. EH Bildu ha pedido la comparecencia de los gerentes de Onkologikoa. El PSE, de los trabajadores.

EN CIFRAS

8,14

Los pensionistas que ganen menos de 18.000 euros tendrán un límite total de pago de 8,14 euros mensuales por sus medicamentos. Los que ganen entre 18.000 y 100.000 euros, de 18,32 euros, mientras que los que superen los 100.000 euros tendrán que abonar 61,08 euros de máximo.

50%

A partir del día 1 de julio las personas que cobren más de 18.000 euros al año deberán pagar el 50% del precio real del medicamento. Las que superen los 100.000 euros pagarán el 60%. Y, por contra, quienes ganen menos de 18.000 euros seguirán pagando el 40%, tal como hacen hoy en día.

422.000

El Gabinete jeltzale se ha gastado 422.000 euros en una aplicación informática, programa necesario para poder implantar el copago. Para adquirir medicamentos será imprescindible llevar la tarjeta sanitaria, y al introducirla en el ordenador se comprobará automáticamente en qué tramo de renta se sitúa esta persona y se le aplicará el precio correspondiente. Obviamente los datos no estarán actualizados (en principio, el registro ofrecerá la renta correspondiente a 2011).

 
Siguen sin conocer la función de los oncólogos externos

«Los oncólogos [de Madrid] no han vuelto, no les hemos visto desde la presentación de los ensayos clínicos», se quejan fuentes cercanas del centro, que conocen bien su día a día. Las declaraciones hacen referencia al convenio que Fundación Onkologikoa firmó en noviembre del año pasado con cuatro oncólogos de una empresa privada de Madrid para labores de asesoramiento y un cambio de estrategia, reforzando los ensayos clínicos en el mismo centro, según anunciaron ante la prensa en febrero.

También se quejan de la opacidad con la que actúa la dirección de Onkologikoa, porque a día de hoy los trabajadores desconocen qué papel exacto tienen. Es más, también denuncian que dichos oncólogos no se han reunido ni una sola vez con ningún jefe de servicio.

Al parecer, en una reunión que mantuvieron los facultativos con el director médico, Josean Alberro, se le preguntó por ello. «Su papel se está diluyendo», contestó.

Las mismas fuentes aseguran que la línea de investigación que la nueva dirección anunció que reforzaría «no es real», y que con los ensayos clínicos, que por otra parte no han comenzado, «no levantarán la situación económica». O.L.

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