La asociación de artesanos navarros, Naparlur, abrirá mañana su feria en la plaza del Castillo. La exposición estará compuesta por 39 puestos, ocho de ellos destinados a la alimentación y, el resto, a distintas técnicas artesanales, que van desde la talla en madera, al trabajo con el cuero, la orfebrería, el empleo de telares o la fabricación de jabón.

Esta feria cumple este año su séptima edición en el centro de la capital navarra. Durará hasta el próximo domingo y estará abierta mañana y tarde. A lo largo de la feria, la asociación ha preparado distintos talleres de papel marmoreado (el sábado, a cargo de Félix Aranburu) y de encaje de bolillos (el domingo a la mañana).

Sin embargo, la exhibición más espectacular será la de forja, también prevista para la mañana del sábado. Forjas Brun llevará a cabo una demostración de trabajo con hierro, carbón, fuego y agua. Los Brun pertenecen a la séptima generación de una familia ligada a la forja, un oficio en el que se embarcaron al menos, desde 1772, cuando el herrero era Babil Brun. Para su exhibición, traerán un fuelle de fragua del siglo XVIII, así como dos yunques y varias herramientas para la manipulación del acero, como las tajaderas, las mazas, las tenazas y los martillos. Entre la fragua, el fuelle y la mesa de trabajo, los Brun ocuparán una mesa de seis metros.

La forma de tratar el hierro de estos cuatro forjadores es la misma que aprendieron de sus antepasados con penetraciones «como las que se hacían antiguamente» y soldaduras a la calda. Así elaboran piezas como «volutas, birgoneados, colas de bacalao o flores de lis».

Por otro lado, también se elegirá a mejor pieza de artesanía navarra. Cada uno de los participantes en la feria ha escogido su mejor creación y la ha propuesto ante el jurado (que estará compuesto por la ganadora del pasado año, un miembro del Gobierno de Nafarroa y otro, del Ayuntamiento de Iruñea). El galardón está premiado con 300 euros.

La asociación Naparlur, que aúna a los distintos artesanos navarros, nació en el año 2003. Tras probar en varios emplazamientos, escogieron la plaza del Castillo para celebrar su feria anual hace siete años. Desde entonces, acuden en primavera a mostrar y vender sus creaciones más destacadas.