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Confirman la existencia de amianto en Cruces y San Eloy

La demanda judicial para que el fallecimiento de Begoña García Egiluz por un mesotelioma pleural -un tipo de cáncer asociado a la inhalación de amianto en más de un 80% de los casos- sea considerado profesional fue vista ayer en Bilbo. El jefe del servicio de prevención de Osakidetza reconoció que hasta 2011 no se pusieron en marcha protocolos preventivos.

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Juanjo BASTERRA |

La ex auxiliar administrativa Begoña García Egiluz, afiliada de LAB, falleció en julio de 2010 de un mesotelioma pleural, un tipo de cáncer asociado inequívocamente en más de un 80% a la inhalación de fibras de amianto, según los últimos estudios científicos.

Trabajó en los hospitales de Cruces y San Eloy y, como corroboró la defensa, en ambos «hubo y hay amianto» y «escasa prevención». También quedó claro, según se expuso en la vista judicial, que durante diferentes obras y trabajos de mantenimiento el personal sanitario y administrativo estuvo expuesto a la inhalación de amianto, que se encuentra en tuberías, losetas y en calderas, entre otros lugares de los hospitales.

Por ello, el fallecimiento de Begoña García Egiluz tendría su origen profesional o como accidente de trabajo, pero no un origen de enfermedad común, como estableció la Seguridad Social y la mutua del centro sanitario. La abogada de Osakidetza trató de convencer de que los procedimientos en los hospitales son 100% seguros en todo momento.

Sin embargo, fue precisamente el responsable del servicio de prevención de Osakidetza, Miguel Angel Cabrero, quien admitió que esos procedimientos seguros no se implantaron hasta 2011. Un año después del fallecimiento de la ex afiliada de LAB y después de que el propio hospital alcanzase un acuerdo extrajudicial con los familiares de otra víctima del amianto, Javier Rojo, trabajador del servicio de mantenimiento.

La abogada del viudo de Begoña García Egiluz recordó además dos hechos fundamentales. El primero, que en julio de ese año se tuvieron que paralizar unas obras que se realizaban en una planta hospitalaria por el polvo que estaban levantando y sin que existieran medidas de seguridad para los empleados y los usuarios. Se dio la circustancia de que cuando se analizaron las losetas se concluyó que «contenían amianto» y del análisis del polvo «también se llegó a la misma conclusión». Además, la abogada de la extrabajadora confirmó, por otro lado, que en la ropa del centro sanitario, que limpia la empresa Indusal, se encontraron restos de amianto.

El otro hecho fue que, ese mismo año 2010, el doctor Víctor Sobradillo, jefe de neumología en ese momento en el Hospital de Cruces, admitió a GARA que en ese centro aparecerían más afectados por el mineral cancerígeno, por la existencia de amianto en sus instalaciones a pesar de ser un centro sanitario. En este sentido, Ibon Zubiela, secretario de Salud Laboral de LAB, dijo al comienzo del juicio que el problema con la prevención en materia de seguridad y salud laboral está vigente todavía. Denunció que la falta de seguridad y prevención de las empresas que trabajaron o todavía tienen amianto «es muy grave», porque «les generará diferentes y tipos de cáncer».

Condenan a CAF al pago de 112.387 euros por un muerto por amianto

El Juzgado de lo Social número 1 de Donostia, condena a la empresa CAF a indemnizar en concepto de daños y perjuicios, con 112.387,62 387 euros a la viuda e hijas de J.A.M., fallecido a consecuencia de un mesotelioma pleural, derivado de la exposición laboral al amianto, durante la actividad desarrollada en CAF Irun y ocasionalmente en Beasain, entre 1946 y 1993, año en que se jubiló, según informó la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie).

 En Mayo de 2011, le diagnosticaron un Mesotelioma, el primer caso entre quienes trabajaron en CAF de Irun y con el apoyo de CCOO logró el reconocimiento de enfermedad profesional. La sentencia confirma infracciones en materia de prevención. J.B.

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