Sin Pete Mickeal, ni Nate Jawai y probablemente sin Juan Carlos Navarro, el Barcelona se aferrará hoy (TVE1, 22.00) a su instinto de supervivencia para reeditar el título de la Liga ACB. Lo intentará hacer, además, en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, en casa del eterno rival, un equipo más joven y con una plantilla, que al contrario de los azulgranas, no arrastra grandes problemas físicos.

Las estadísticas dicen que el Barça ya sabe lo que es ganar el título en Madrid. Lo consiguió en el quinto partido de la temporada 1996-97, con Dueñas como jugador más valioso de la final. También el Barcelona de Pau Gasol logró la Liga de la temporada 2000-01 en la capital, aunque en esta ocasión, venciendo por un contundente 3-0 al conjunto blanco.

El Real Madrid no se fía de un Barcelona con piel de cordero. «Juan Carlos Navarro va a jugar. Estoy seguro», dijo ayer el entrenador Pablo Laso en la previa del partido definitivo. «Esperamos al mejor Barcelona», sentenció.

Esta es la idea que el técnico gasteiztarra está transmitiendo a unos jugadores que apelan al factor cancha. «Esperemos que sea un infierno para el Barcelona», dijo Reyes. Si el Madrid domina el rebote, corre y trufa su juego con algún triple, el título estará más cerca, un título que hace veinte años que no gana en casa y ante su afición y un trofeo que hace seis que no llega a sus vitrinas.