Raimundo Fitero
Importancia
Cuanto más dedico mis recursos energéticos a observar la vida a través del electrodoméstico esencial, más me cuesta discernir sobre la importancia real de las cosas, los hechos y los acontecimientos. Más dudas me invaden sobre las personas y sus actos. Imposible atrapar la actividad política bajo este paraguas. Incluso soy incapaz de describir lo que es la misma importancia. Quizás sea muy importante llamarse Ernesto. O apellidarse Borbón. O jugar en un equipo de fútbol. O ser un parricida.
Todos los medios marcamos las prioridades con estructuras simples. La primera noticia, el tamaño de las letras, la colocación de la fotografía, el tiempo que ocupa en pantalla, su situación en la escaleta, los medios técnicos y humanos utilizados. Pues bien, la importancia informativa de estos días se llama José Bretón. Y nos cuesta entender los motivos de ello. Quizás la adquiera por tratarse de un género escabroso, un caso cargado de vacíos, mentiras, sospechas y tensiones que escapan a lo habitual para entrar en lo excepcional.
El tal Bretón es un personaje siniestro. Pero todo lo que le rodea mediáticamente, todo lo que se ha visto, dicho, escondido, sobreactuado, forma parte de la conversión de un presunto parricidio en una causa popular, de un complemento a los triunfos deportivos de las diversas camisetas rojas y los tenistas. Es una contra-propuesta, una suerte de circo de los horrores, pero que mirado de lejos entretiene y ayuda a delegar nuestros problemas, nuestra angustias en la cabeza de ese ser extraño que se comporta de manera extraña, sin mostrar las manos, actuando de manera cínica y cerebral en el juicio, interpretando un papel de padre ejemplar. Verlo nos reconforta por creernos incapaces de llegar a su supuesta capacidad para cometer esas barbaridades que se le atribuyen.
Y de paso, nos quitan el foco de otros asuntos de mayor calado político, con el incalificable caso del DNI de la santa esposa de Iñaki Urdangarin. Yo creo que más que la marca España, lo que sucede es que España marca a estos individuos representativos. Bretón, Borbón, campeón. ¿Quién resta u otorga importancia a las cosas? En Brasil se baila samba reivindicativa.